Chasco con Sainz y Alonso en el sábado de Ímola

La Q2 echó un jarro de agua fría sobre las aspiraciones de Carlos Sainz, undécimo, y Fernando Alonso, decimoquinto. Ambos no pasaron el corte y se quedaron en el camino. Por escaso margen ambos, cuatro décimas de Alonso a su compañero Ocon, milésimas de Sainz respecto al décimo puesto, los dos saldrán en posiciones restrasadas.

Tiene trabajo Alonso para remontar las expectativas de su regreso a a la Fórmula 1, donde no parece que el Alpine esté a la altura de la leyenda del asturiano. Tampoco es normal que el español pierda la batalla con su compañero de equipo, Ocon en este caso.

Respecto a Sainz, su puesto normal debería estar en la Q3. El Ferrari de Leclerc pasó tercero a la última ronda, señal de que el coche tiene potencial. Pero la igualdad del pelotón medio condiciona todo, cualquier mínimo error en conducción o en estrategia provoca un retraso considerable.

La igualdad también prospera en la zona noble. Los Mercedes ya no se pasean, no vuelan sin competencia. Hizo la pole Hamilton, pero exprimiendo todo su talento, todo el potencial del coche. Casi le birlan la pole cualquiera de los dos Red Bull, magnífico Checo Pérez , segundo mejor tiempo en su segunda clasificación con Red Bull, fabuloso el mexicano que derrotó a Max Verstappen, el indomable. El holandés acabó tercero, a un suspiro de su compañero.

Bottas, con el mismo Mercedes que Hamilton, terminó octavo. Leclerc, estupendo en el Ferrari, saldrá cuarto. «¡Qué sorpresa! No esperaba estar por delante de los Red Bull», aseguró Hamilton. Aunque la sorpresa real fue Lando Norris, que hizo tiempos de pole con el McLaren , aunque le quitaron la vuelta por salirse de pista.