LIV Golf Mayakoba
Fiesta española en México, con Jon primero y Sergio segundo
El equipo de Rahm ganó en su primera actuación juntos y García cayó en el cuarto hoyo extra
El debut de Rahm en el LIV Golf abre la nueva era del golf
Nuria Pombo
Jon Rahm se empeñó en justificar su fichaje por LIV Golf sin mencionar el dinero: como llevaba jugando por equipos toda su vida (en los equipos nacionales, en la universidad y en la Ryder Cup) quería retomar ese espíritu en su nueva andadura profesional.
Si esa fue la auténtica motivación de su millonaria llegada a la liga saudí es algo que sólo él sabe. Pero que una vez metido en harina se implica al máximo con los suyos es algo que nadie le puede negar. Con Tyrrell Hatton como escudero de su agrado y dos compañeros más de relleno que le pusieron (el neoprofesional Caled Surrat y el 'qualy' Kieran Vincent), tenía que conformar una legión de leones que le hicieran ganar cada vez que saliera al campo. Ese es su espíritu y lo que quiere transmitirles. Por eso el sábado por la noche les mandó un mensaje al móvil que les removió en lo más profundo y ayer salieron por todas.
Era una jornada complicada porque contaban todas las tarjetas y ninguno de los cuatro se podía permitir jugar sobre par. Y no lo hicieron, especialmente el barbudo Hatton, que empezó a hacer 'birdies' como un descosido y tiró de los suyos para ponerse en cabeza de la clasificación con total autoridad. Llegaron a tener seis golpes de ventaja sobre sus perseguidores y acabaron ganando por cuatro puntos. Objetivo cumplido. «Estoy muy orgulloso de mi equipo y me da rabia no poder disfrutar del éxito ahora mismo al estar un poco decepcionado por mi final de hoy», comentó justo al terminar con dos 'bogeys' seguidos. Pero, al pensar un poco más en frío añadió que «cada uno de mis compañeros ha hecho lo que debía y espero poder celebrar con más calma la victoria. Era nuestra misión y la hemos logrado».
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Joaquín Niemann hace historia
Nuria Pombo
El individual, de infarto
Mientras, en el plano individual, Sergio García se encargó de ayudarle a neutralizar a Joaquín Niemann, que empezó a mostrarse humano y a fallar golpes como cualquier hijo de vecino. Y también a tener mala suerte en momentos puntuales, como cuando le sancionaron con dos golpes por un mal dropaje o se resbaló en la calle del 14 y terminó con 'bogey'. Todo esto lo aprovechó el castellonense, que a pesar de sus clásicos altibajos mostró sus habituales destellos de calidad. Estos le llevaron a ponerse colíder al comienzo de la segunda vuelta y, lo que es más importante, a hacerlo en solitario (-12) a falta de tres hoyos después de embocar su sexto 'birdie' en el 15.
Rahm, que tampoco quería quedarse al margen de la fiesta individual, apretó para atacarlos y con tres éxitos consecutivos llegó a la cabeza al salir del 15 (-12). El trío latino era el que se iba a jugar los cuatro millones para el ganador. Y el primero en descolgarse fue el vizcaíno, que acusó el llevar dos meses y medio sin competir.
Clasificación individual
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1º J. Niemann (CHI)59+70+72 golpes (-12)
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2º S. García (ESP)65+70+66 golpes (-12)
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3º J. Rahm (ESP)66+67+70 golpes (-10)
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- D. Burmester (RSA) 67+66+70 golpes (-10)
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32º E. Chacarra (ESP) 73+70+71 golpes (+1)
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38º D. Puig (ESP)72+73+71 golpes (+3)
En el 17 salió con hierro para defenderse del agua de la izquierda y, claro, se fue precisamente a ese obstáculo. Es lo que pasa cuando se juega a la defensiva. Y como en el siguiente volvió a fallar desde el 'tee' y cosechó un segundo 'bogey' quedó relegado a la tercera posición. Mientras, Sergio esperaba en el 18 con toda la tranquilidad del mundo, sabiendo que su rival directo sería ya Niemann.
Clasificación equipos
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1º Legion XIII (Rahm,Hatton,Surrat,Vincent) -25
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2º Crushers (Chamb.,Casey,Howell, Lahiri) -20
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3º Torque (Niemann, Ortiz, Muñoz, Pereira) -17
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4º Ripper (Jones,Smith,Herbert,Leishman) -16
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- Stinger (Oost, Grace, Schwa,. Burmester)-16
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6º Fireballs (García, Chacarra, Puig, Ancer) -13
Los dos afrontaron un desempate en el que el campeón del Masters trataba de acabar con 1.218 días de sequía ganadora. Los dos amigos exprimieron el hoyo 18 las cuatro veces que lo jugaron. En la primera la suerte sonrió al joven de 25 años; en la segunda al veterano de 44 y en la tercera, ya sin luz, empataron de nuevo. Así que todo se jugaría a oscuras. Y ahí el chileno tuvo más vista y ganó a lo grande.
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