El misterioso calvario de Webber en China

El ataque es el primer mazazo de Webber en un fin de semana negro para el australiano, al que, sospechosamente, le ha salido todo mal desde que llegó a China. A las palabras de Vettel le siguió el extraño episodio ocurrido durante la clasificación, cuando se quedó sin gasolina durante la Q2, lo que le obligaba a salir desde la última posición de la parrilla.

En un Gran Premio con muchas variantes, incierto, el hecho de salir desde el garage podría ayudarle a cazar algunos puntos, pero Webber no esperaba el sinfín de contratiempos que le esperaban tras la salida de la carrera.

Después de un inicio dubitativo, el piloto australiano pasó al ataque y comenzó a remontar posiciones hasta llegar a la zona de puntos, pero en una de las salidas de boxes, al intentar adelantar a Vergne -piloto del equipo Toro Rosso-, el francés le cerró y se lo llevó por delante. Una acción que llama la atención, ya que normalmente los pilotos del equipo «filial» de Red Bull suelen ser extremadamente cuidadosos cuando se encuentran en pista con Vettel o Webber.

Con el coche dañado, Webber volvió a boxes en busca de ayuda y lo que encontró fue el golpe de gracia. Entre retoque y retoque de alerones, los mecánicos de Red Bull se olvidaron de lo más importante: apretar bien las tuercas de las ruedas. Así, el australiano salió a la pista para intentar retomar la remontada, hasta que se dio cuenta de que su rueda trasera de la parte derecha estaba suelta. Intentó llegar de nuevo al garage, pero le fue imposible. Se quedó en tres ruedas y tuvo que abandonar. Además, la FIA le sancionó con la pérdida de tres puestos en la parrilla de la próxima carrera por la acción con Vergne, al que según la organización intentó adelantar cuando no tenía ventaja.

Punto final a un fin de semana negro para él. Extrañamente desastroso, que enciende los ánimos (más aún si cabe) dentro de la estructura del equipo Red Bull.