Paul McGrath, plata en los 20 kilómetros, resarce a la marcha española

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Javier Asprón

Era el debut de McGrath en una gran competición absoluta (ya fue oro continental y bronce mundial sub-20), y en absoluto pagó la novatada. Sorprendió verle muy retrasado en los dos primeros kilómetros, pero en cuanto la carrera cogió ritmo se fue hacia arriba. El catalán llegaba en forma, con la mejor marca de todos los participantes después de un invierno exigente en cuanto a kilómetros semanales de entrenamiento, y quiso hacer gala de ese favoritismo. Tanto, que no dudó en lanzar el ataque que terminó por romper la carrera. Ahí cedió Diego García, decimocuarto después en meta, como antes lo había hecho Alberto Amezcua, que no completó la prueba.

McGrath llegó a escaparse en solitario tras sacar de su rueda a Karlstrom, pero el sueco, perro viejo, supo esperar al bajón del español, que llegó en el kilómetro 15. «Fue como un combate de boxeo, y al final salí yo noqueado», admitió el subcampeón. En un suspiro, el nórdico le dio caza antes de ser él quien se marchase en solitario. Ahí supo que era el ganador.

McGrath, cansado pero sonriente, resistió bien a sus espaldas, controlando que el italiano Francesco Fortunato, que se llevó el bronce, no le diera una sorpresa. No fue hasta pasar la meta cuando el pupilo de Alejandro Aragoneses agarró la bandera de España, no fuera a ser, y con ella en la mano saltó la valla del graderío para abrazarse con su familia. «Estaban mis padres, mis tíos, no solo los de España, también los escoceses. Primos, amigos... Gracias a ellos he podido conseguirlo, por eso lo primero que me ha salido es ir a darles un beso», decía en la zona mixta, pensando ya en el próxima objetivo: «Esta plata me da muchísima más ganas de afrontar esta recta final que queda hasta los Juegos».

Es la 23ª medalla de la marcha española en la historia de los Europeos (10 de oro, 6 de plata y 7 de bronce), una marca imbatible para cualquier otra nación.

La segunda jornada del Europeo fue menos densa que la primera en cuanto a presencia española, pero aún así hubo mucho que ver y analizar. En la matinal el más destacado fue Dani Arce, que se impuso con muchísima solvencia en su semifinal de los 3.000 obstáculos (8:21.46). El burgalés disputará este lunes su tercera final continental con opciones muy claras de subirse al podio. «Decidí salir delante para intentar quitarme muchos golpes y así llegar a las mejores condiciones a la final. Buenas sensaciones,pero no hay que confiarse», explicaba el atleta entrenado por Benjamín Álvarez. En esa misma prueba quedaron eliminados Alejandro Quijada y Fernando Carro. El madrileño ni siquiera termino su carrera. Chocó con un obstáculo y acabó saliendo del Olímpico romano en silla de ruedas y con una herida considerable en la tibia de su pierna izquierda que obligó a darle cinco puntos de sutura.

También pasaron de ronda Maribel Pérez (100 metros) y Berta Segura (400), esta última con marca personal por debajo de los 52 segundos(51.92). La sevillana, por su parte, pudo sobreponerse a una salida nula, pero acabó tocada en el aductor.

Este domingo, tercera jornada de los campeonatos, será el momento de Ana Peleteiro, gran favorita en la final de triple salto (a partir de las 21.04, Teledeporte). También habrá opciones de medalla en el 800 masculino, el medio maratón y los 3.000 obstáculos femeninos. Por último, se verá el debut como español de Jordan Díaz en la clasificación del triple salto.