Rugby
España se despide del Mundial femenino con una derrota ante Japón
Mundial Femenino de Rugby
Las españolas brillaron puntualmente, pero cayeron ante el juego compacto de las niponas (29-21)
Las jugadoras españolas, tras la derrota
A pesar de la buena imagen mostrada por las leonas en el presente Mundial de Inglaterra, se vuelven a casa sin haber conseguido vencer en ninguno de los tres partidos de la fase previa. Las jugadoras de Juan González consiguieron dos ensayos épicos en ... los últimos instantes de sus choques ante Nueva Zelanda e Irlanda, que paliaron en parte el disgusto por las derrotas sufridas ante rivales de tanta entidad. Sin embargo, el último tropiezo ante Japón (29-21) seguro que les va a dejar un regusto amargo del paso por su séptima participación en la máxima cita del rugby femenino mundial.
Lo que no se les puede negar a las españolas es la casta y la furia que imprimen a sus acciones, que les sirvió para ensayar pronto (5-7) en York y superar el buen comienzo que habían tenido sus rivales. Las hispanas estaban bien asentadas en el campo y, aunque las asiáticas dominaban con claridad el territorio, mantenían el marcador favorable con una gran defensa. Es más, gracias a un gran trabajo de desgaste y empuje de sus delanteras, Mónica Castelo (que junto a Laura Delgado y Anna Puig se despedían de la selección) logró una segunda marca que llevó a alcanzar el descanso con un esperanzador 5-14 a su favor.
Sin embargo, en la reanudación se produjo un apagón de las ibéricas difícil de explicar. Las 'sakura fifteen' empezaron a masacrarlas con una velocidad más propia de un partido de Seven que de uno de XV, lo que hizo que rápidamente remontaran en el primer cuarto de hora (17-14). Se habían venido completamente arriba y, con un potente juego de touche-maul, hacían retroceder a las españolas hacia su propia línea de marca sin que pudieran defenderla con autoridad, de manera que los ensayos se acumulaban en su contra. Japón firmó un abrumador parcial de 24-0 para alcanzar los últimos diez minutos con un 29-14 que impedía la posibilidad de reacción.
Aun así, el amor propio de las españolas les hizo pelear hasta el último oval, lo que derivó en un postrero ensayo de Victoria Rosell para colocar el 29-21 final. A pesar de que la reacción fue muy tardía y no sirvió para ganar el choque, globalmente se puede resumir la actuación española en este Mundial de una manera positiva. Ha servido para seguir compitiendo contra las mejores selecciones del planeta y ha dejado destellos de grandes avances técnicos y tácticos a la hora de plantear los duelos. Como se diría en un entorno escolar: el rugby femenino español progresa adecuadamente.