Dani Alves vuelve a pedir su puesta en libertad: niega el «microcosmos de pánico» y alega que hubo «galanteo sexual» con la víctima

Para hacerlo, el letrado Cristóbal Martell se apoya en las imágenes de las cámaras de seguridad de la discoteca. Un metraje de unos 20 minutos que, según señala el penalista rebate el «microcosmos de pánico y terror» que alegó la víctima para sustentar la acusación por agresión sexual. La chica de 23 años declaró que, tras durante el tiempo que estuvo junto a sus amigas y el jugador en una mesa de la zona vip de la discoteca Sutton, pasó mucho miedo. «Pese a ello, se introduce en el lavabo al que Alves había acudido dos minutos antes. Dos minutos en los que se la ve hablando intensamente con sus amigas y un camarero, lo que no encaja con una voluntad atrapada» por el deportista.

En un primer momento, el brasileño negó conocerla. Después sostuvo que ésta le había realizado una felación. Finalmente, esta semana, en su segunda declaración ante la juez, habló de sexo consentido tras «tensión sexual mutua». Admitió haber mentido para ocultar la infidelidad a su mujer. Ahora, con la relación ya rota, apuntó, ya podía contar la verdad.

Ahora los abogados del exlateral del Barça van un paso más allá y adjuntan a esta nueva petición de excarcelación una pericial de 200 páginas sobre las grabaciones del local de la calle Tuset. Según la defensa, dichas imágenes demuestran que denunciante y acusado coquetearon, bailaron y bebieron juntos, tal y como detalló Alves este lunes. Lo mismo hizo en su recurso ante la Audiencia de Barcelona el pasado febrero, pero en este caso el tribunal mantuvo a Alves en la cárcel, al considerar que los indicios contra él eran «severos». Entre éstos, el ADN que se localizó en los baños de la zona vip de la discoteca Sutton, donde la chica refiere haber sido agredida.

Martell ya apuntó entonces que las pruebas gráficas recogen como su cliente, en un grupo de cinco personas -su amigo y tres chicas, entre la que estaba la denunciante- departen de «modo lúdico y festivo, rodeados de muchísima gente en un espacio abierto». Lo que dista mucho, argumentó el penalista, de un contexto de «intimidación ambiental» a la denunciante. Ahora sostiene que «determinados movimientos son concluyentes y nada hacer pensar en miedo».

Además, la defensa del brasileño insiste en su arraigo en Barcelona para contrarrestar el riesgo de fuga que alegaron las acusaciones para oponerse a su puesta en libertad y vuelve a proponer la posibilidad de imponerle una fianza y la retirada de los dos pasaportes, español y brasileño, para garantizar que permanecerá en el país. «Dani Alves puede y quiere defenderse y no eludirá el proceso», apunta ahora su escrito.

Ahora serán la Fiscalía y la acusación particular las que tendrán que pronunciarse al respecto de dicha petición y luego la juez decidirá si mantiene o no la prisión provisional para el exjugador del Barça.