Contador, contra el juicio paralelo

Harto del proceloso juicio paralelo al que está sometido, Alberto Contador salió ayer al juego de los desmentidos. Había publicado El País que la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) no se cree la teoría del solomillo a través de un informe ya en poder de la Federación, y el triple ganador contraatacó con una nota pública. Los abogados del madrileño, el bufete Bardaji y Honrado, explican que «el informe presentado por la UCI no descarta en absoluto la hipótesis de la contaminación alimentaria, al tiempo que adolece del rigor necesario para que, basándose en él, se pueda acusar a Alberto Contador de que el origen del clembuterol hallado en su orina se debe a un acto de dopaje».

El ciclista está pendiente de la llamada del Comité de Competición de la Federación Española de Ciclismo para aportar sus alegaciones y las pruebas que, según él, han conseguido sus abogados. Un equipo de letrados que no tiene relación con el ámbito deportivo, mucho menos con el ciclista, y que, fuera de los vicios habituales, han dado esperanzas al corredor de Pinto. Será la primera vez que Alberto Contador se defienda en un tribunal deportivo de la acusación de dopaje por clembuterol.

Según Contador, la AMA contrató una agencia de detectives que se limitaron a preguntar en la carnicería de Irún donde se compró el célebre solomillo. «Todo el trabajo de los detectives se limita a preguntar en la carnicería en cuestión si allí se vende carne con todas las garantías sanitarias, recibiendo la respuesta esperada, y cuáles son sus proveedores, dando también por buena la información que se les proporciona sin contrastarla. En la documentación remitida tampoco consta que la AMA haya efectuado ninguna clase de análisis ni en la carnicería en cuestión ni, mucho menos, en los mataderos».

Por otra parte, sigue la investigación contra Lance Armstrong a raíz de las acusaciones de Floyd Landis, ex compañero de equipo del siete veces ganador del Tour. Las autoridades americanas del antidopaje han pedido la colaboración del gobierno francés después de una reunión que mantuvieron en Lyon.