vuelta a españa
La segunda alegría de Ayuso, la rabia del Movistar
Juan Ayuso se impone en la fuga a Javi Romo por astucia y más velocidad en la llegada
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Juan Ayuso se impuso a Javi Romo
Después de cruzar un puerto maravilloso y bárbaro, carretera descarnada en paso mínimo entre pueblos, el toledano Javi Romo suelta golpe al manillar de su bici. Es el síntoma de la frustración después de cuatro años de sequía de victorias para su equipo, el histórico Movistar ... que vive en horas muy bajas. Le ha ganado un corredor mucho más astuto, más veloz y acostumbrado a los éxitos. Juan Ayuso, el primer corredor despedido en mitad de una ronda, se impone en los Corrales de Buelna. Es su segunda victoria en la Vuelta, la quinta del UAE, el equipo que vive un cisma interno pero no deja escapar una.
Después del despropósito violento en Bilbao, la Vuelta retoma su rutina itinerante, vida de titiriteros, siempre en viaje, el coche es la casa. Los ciclistas asumen el día de las oportunidades y en esa franja, Juan Ayuso se muestra insuperable. Es clase pura, calidad en esencia.
Hay fuga de 53 corredores, un pelotón en estampida con cinco ciclistas del Movistar en el ajo. Es la persecución infatigable del equipo que antes encontraba capitanes debajo de las piedras para ganar clasificaciones y ahora tiene que navegar entre lugartenientes y escapadas consentidas por los jefes.
En la Collada de Brenes (7 kilómetros al 7,9 %), Ayuso suelta el golpe por anticipación, sienta al pelotón y criba al pasajero de compañía. Es Javier Romo, antiguo practicante del triatlón, todocamino sin especialidad y guerrero en un equipo que no gasta pinturas de combate.
Ayuso y Romo vuelan hacia la cumbre del puerto. El primero conoce el territorio de su época de aficionados, se siente en casa, quiere defender en la carretera sus palabras abruptas tras la fractura con UAE. Da menos relevos y con menos energía que Romo, novato en fugas grandes. El desenlace está cantado: la segunda de Ayuso.