«Me estoy encontrando realmente mal, ayer (miércoles) en la etapa me picó una avispa o un abejorro y la gente puede ver como tengo el ojo, no puedo ver con el ojo derecho. Estoy aquí porque quiero trabajar para el equipo. El equipo me ... ha dicho que no saliera y he querido al menos probar, probar los primeros kilómetros».
Esas fueron las palabras de Juan Ayuso (22 años) minutos antes de que comenzara este jueves la etapa 18º del Giro de Italia en la localidad de Morbegno. El corredor del Emiratos Árabes Unidos (EAU) tomó la salida y rodó asistido de cerca por el coche médico, pero en el kilómetro 34 (de un total de 144) no pudo aguantar más y puso pie en tierra.
Como relata el propio ciclista español, el desgraciado incidente tuvo lugar en la etapa del miércoles, cuando una abeja entró en el casco y, enrabietada, acribilló a Ayuso. De todas las picaduras recibidas, la peor y, a la postre, la que le llevó a abandonar, fue la recibida en el ojo derecho.
No es el primer percance que sufre Ayuso en la ronda transalpina. Tras ganar la 7ª etapa, en la 9ª se cayó y recibió tres puntos de sutura en una rodilla. Físicamente tocado desde entonces, esta semana se habían esfumado las opciones de victoria final, incluso de podio, después de haber perdido en dos etapas críticas casi una hora respecto al líder, su compañero mexicano Isaac del Toro.
El español llegó a la ronda italiana como uno de los favoritos para ganarla junto a Primoz Roglic. Ambos se han retirado.
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