Ciclismo

Primoz Roglic, el último hombre en pie

El esloveno está a un paso de llevarse la Volta a Cataluña pese al ímpetu de Evenepoel en la penúltima etapa

El balcánico de 33 años, el único veterano capaz de competirle cara a cara a los grandes campeones, cada vez más jóvenes y más voraces

Tiempo de espera y paciencia para Juan Ayuso

Roglic, en el podio de la penúltima etapa de la Volta AFP

P. L.

25/03/2023
Actualizado 26/03/2023 a las 03:16h.

Primoz Roglic es un superviviente, un cazador, un hombre que desconfía de todos y de todo y que cuando sus rivales se relajan, asesta una puñalada letal. El esloveno es el único 'abuelo' de un pelotón precoz, con jóvenes (Evenepoel, Pogacar, Vingegaard) que ... parecen surgidos de una probeta para dominar el ciclismo de élite con puño de hierro, sin oposición.

No le importa al balcánico de 33 años, que este sábado, en la penúltima etapa de la Volta a Cataluña, se quedó a un paso de llevarse la prueba tras aguantar los insaciables y cíclicos ataques de Remco Evenepoel (segundo en la general a 10 segundos) que, pese a su ímpetu, no pudo con Roglic, quien mañana, en Barcelona, podría coronarse.

La penúltima etapa se preveía como una prórroga futbolística tras lo vivido el viernes en Lo Port, donde Roglic había dado un recital de veteranía y potencia física ante Evenepoel, 23 años, y actual campeón del Mundo y de La Vuelta a España. No pudo el belga con el del Este, pese a que la batalla fue épica. Un desgaste que pasó factura hoy y que llevó el duelo al plano mental, un cerco en el que Roglic está mucho más rodado, donde las cicatrices dan puntos, y al esloveno le sobran.

El momento de más fricción se dio a poco más de nueve kilómetros para la llegada a meta. Roglic y Evenepoel a campo abierto, con el viento silbando y con unas gasolineras que parecían abandonadas coloreando el paisaje, casi como en un western o en una película posapocalíptica.

En el cara a cara, lo habitual es que los dos ciclistas que aspiran a la victoria se vayan dando el relevo para llegar con cierta frescura al final. No fue así en el caso de Roglic, que se pegó a la rueda del belga aunque nunca llegó a pasarle, algo que desquició a Remco. Roglic tiene fama de señor, pero demostró que también sabe sacar el pincho cuando es necesario.

Heroico Groves

Ya al final, cuando Evenepoel se quedaba sin opciones ante un Roglic que flotaba, se tiro a la yugular de la cabeza de carrera para intentar sacar alguna bonificación por etapa, pero finalmente no hubo consuelo para él, quinto en llegar tras el australiano Groves (Alpecin), el francés Coquard (Cofidis), el neerlandés Schelling (Bora) y su compatriota Van Gils (Lotto). Heroico el triunfo de Groves por cierto, pues el de las antípodas pinchó a pocos kilómetros de meta y fue capaz de reponerse y llevarse la etapa.

Roglic fue noveno y su sonrisa, ya subido al podio, era infinita tras una última temporada muy dura. Su pelea con Evenepoel, que mañana tendrá un último capítulo en tierras catalanas, no hace más que ponerles largos los dientes a los amantes del ciclismo, pues esloveno y belga volverán a enfrentarse en poco más de un mes (6 de mayo) en el Giro de Italia, la primera gran vuelta de la temporada y donde ambos serán máximos favoritos.