Ciclismo
Pedersen confirma que Philipsen es humano
Tour de Francia
El polivalente danés del Lidl se impone al hombre más rápido del pelotón en el esprint de Limoges y suma su primer triunfo parcial en este Tour
Cavendish dice adiós a su sueño en el Tour tras una dura caída
El pelotón culebrea hacia la Francia profunda, secciona a su paso los campos naranjas del interior de Nueva Aquitania en un día que debiera ser de transición antes de escalar el Macizo Central y asiste sin sorpresa alguna al bochorno estival. Pero, lejos de ... pasar la tarde sin sobresaltos, está nervioso. Viaja agolpado, veloz, taquicárdico; asiste con ansiedad a los toques entre los ciclistas que lo conforman.
En uno de ellos Mark Cavendish besa el asfalto, se destroza la clavícula y dice adiós a la carrera donde cruzó la meta primero en 34 ocasiones. El de la Isla de Man llora desconsolado al abandonar su último Tour de la manera más cruel posible; nunca podrá superar el récord de Merckx, el sueño del ocaso de su carrera muere en un arcén perdido de la mano de Dios. La realidad es demasiadas veces despiadada. "Es una mierda, creíamos y trabajábamos para que Mark se despidiera del Tour de Francia con una victoria más", dice apenado su compañero en el Astana David de la Cruz en la llegada a Limoges.
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El prodigioso corredor esloveno sobrevive a Vingegaard en la infinita ascensión al Tourmalet, le destroza en Cauterets en un ataque soberbio y vence en solitario
La noticia trasciende en el colectivo y el miedo crece en un final de etapa donde Simon Yates y Mikel Landa también caen de sus bicicletas. Sin embargo, es tan grande la meta de llevarse un triunfo al recuerdo en la carrera más relevante posible que los últimos kilómetros del día se tiñen de belleza. La llegada al esprint invita a pensar que Jasper Philipsen, ganador ya de tres etapas en esta edición, va a imponer su hegemonía, pero un largo ataque del genial Mads Pedersen le recuerda que es humano. Celebra con rabia el danés del Lidl y respira aliviado el pelotón. En una tarde que encadenó infortunios con desgracias, lo peor ha pasado.
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