Ciclismo
Pantani, 20 años de enigma
La muerte en 2004 del ciclista con más carisma sigue envuelta en misterios que han involucrado a la mafia
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEn aquel Tour de la infamia y la vergüenza del dopaje al aire, verano de 1998, la voz grave y profunda de Marco Pantani aportaba serenidad a un deporte que se hundía en un terremoto. «Mi victoria se la dedico a todos los ciclistas ... que sufren por la hipocresía», dijo en rueda de prensa como ganador. Pantani, el vuelo ligero de colibrí, la vida en la montaña, ciclista con magnetismo único, se derrumbó como una torre de naipes al año siguiente por un hematocrito alto, cuando iba a adjudicarse el Giro 1999. Derruido por el descrédito, manchado por la leyenda negra, falleció cinco años más tarde, 14 de enero de 2004, solo y abandonado en un hotel de Rímini. Su muerte veinte años después sigue envuelta en un océano de enigmas que han involucrado a traficantes, presos, fiscales y la mafia.
Según la autopsia, el 'Pirata' murió por un edema pulmonar y cerebral, una sobredosis de cocaína que descubrió la tortura mental de un hombre destruido por su expulsión del Giro. Aquel viernes 5 de junio de 1999, en el hotel Touring de Madonna di Campiglio, habitación 27 que sigue siendo objeto de culto visitada por miles de aficionados al ciclismo, el ídolo de masas se transformó en un zombi.
Lo que parecía un control antidopaje rutinario para el líder de la carrera que se desvirtuó en un escándalo por la sangre demasiado espesa e indicio de dopaje ha sido con el tiempo un asunto de calado literario que dio lugar a numerosos libros y a una nebulosa que implica a la camorra. La Fiscalía de Forli, que investigó el caso, llegó a la conclusión de que la mafia napolitana convenció a un médico del Giro para alterar el análisis en un asunto vinculado a las apuestas clandestinas que les hizo ganar dinero con la victoria del segundo clasificado, Ivan Gotti.
«No acabará la carrera»
La clave de la trama estuvo en el mafioso Rento Vallanzasca, condenado a cuatro cadenas perpetuas y que publicó una autobiografía ese mismo año. Según relató, su compañero de celda le recomendó invertir todos sus ahorros en cualquiera de los rivales de Pantani porque estaba seguro de que «no acabará la carrera».
-
Pogacar apuesta por el Giro de Italia
ABC | AFP
Fue el principio del desastre para el ciclista que enamoraba al personal, según contó el periodista francés Philippe Brunel en su libro 'Vida y muerte de Pantani'. El corredor vivió desde entonces en un entorno turbulento, salpicado por la ruptura sentimental con su novia danesa Christine Jonsson, que nunca fue capaz de superar, y por un ecosistema de amigos interesados que lo adentran en el mundo de las drogas y se las suministraron. Los camellos lo tienen controlado, exprimen al personaje y lo extorsionan hasta el día de su muerte.
Sus padres, Tonina y Paolo, propietarios de un puesto ambulante de venta de bocadillos (piadinas) en Cesenático se ven impotentes para sujetar la deriva destructiva del ciclista, que también decayó en su carrera profesional. Logró dos etapas en el Tour 2000 (aquella que Armstrong le dejó ganar en el Mont Ventoux) y se desvaneció en la pena y la tristeza hasta acabar con su vida en el hotel La Rose de Rímini. Tenía 34 años.
Tonina desconfió de todo, de la autopsia, los informes y las investigaciones. «A mi hijo lo asesinaron», gritó a los cuatro vientos. La madre del ciclista emprendió una cruzada en defensa del honor del hijo, escribió un libro 'Era mio figlio (era mi hijo)' y planteó toda una serie de puntos oscuros vinculados a la muerte que no quedan recogidos en la investigación o no fueron valorados como relevantes. Tonina Pantani desveló que la expareja del ciclista estaba embarazada, esperando un hijo que nunca nació.
Tonina consiguió reabrir el caso, la familia nunca creyó la teoría de la sobredosis de cocaína, y por tercera vez, en 2021, la fiscalía de Rímini emprendió una tercera investigación apoyada en la comisión antimafia que ya indagó el caso desde 2019. El soporte de la investigación son las palabras relatadas en 2019 por Fabio Miradossa, quien suministraba cocaína a Pantani: «Marco fue asesinado», aseguró.
Las pesquisas y las elucubraciones incidieron en la posibilidad de que el 'Pirata' no estuviese solo en las horas previas a su fallecimiento y en un presunto cambio de hotel el día anterior a su deceso. Una verdad oculta aún que contrasta con la devoción de miles de nostálgicos que visitan cada año la tumba de Pantani en Cesenático.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete