Cicilismo
Hindley se reivindica en los Pirineos
Tour de Francia
El ganador del Giro de Italia del año pasado vence en solitario en la primera etapa de alta montaña de este Tour y se viste de amarillo
Vingegaard ataca a Pogacar a 19 kilómetros de meta, le destroza en plena subida al Marie Blanque y le arrebata más de un minuto
Guillaume Martin, el filósofo del Tour de Francia
Jay Hindley en plena escapada en solitario
Un día después de las aburridas llanuras que invitaban al personal a echarse la siesta mientras el pelotón cargaba sus baterías por el suroeste franco, la uniformidad de la carrera muere en el sufrimiento pirenaico. La alta montaña, ese lugar donde el ciclismo (y ... sus tediosos datos) se convierte en un deporte impredecible e incomparable, demuestra que el australiano Jay Hindley es una alternativa real al binomio Pogacar-Vingegaard, les sorprende al colarse en una escapada llena de talento en la antesala al inmenso col de Soudet, suelta a Ciccone, Buchmann y Gall en el instante más duro del Marie Blanque y, en solitario, con todo el tiempo del mundo para disfrutar su primera victoria en el Tour de Francia, celebra emocionado en la llegada a Laruns. Se viste de amarillo el del Bora cuando nadie le esperaba; en su primera experiencia en Francia, el ganador del Giro de Italia 2022 exige crédito.
Entretanto, mientras la exhibición de Hindley estaba en pleno desenlace, los dos gigantes, incapaces de pasar un mediodía tranquilos en compañía si hay de por medio puertos voraces, deciden dañarse de nuevo. Es en esta ocasión el vigente campeón del Tour quien en el Marie Blanque ataca al balcánico. Un golpe superlativo, fuerte y prolongado, que confirma en el día cinco que Pogacar es un ser carnal. El danés, como si un motor llevara adherido a sus piernas, le arrebata a su dversario un minuto en una mordida, lo envia a la lona, le obliga a retorcerse sobre el sillín y rompe la tregua tras la escaramuza del País Vasco. Además, el líder del Jumbo, a 47 segundos del pletórico oceánico, afronta el calvario del Tourmalet segundo en la general, con 53 segundos de ventaja sobre la joven leyenda eslovena.
Carlos Rodríguez aguanta el tipo
Las piernas, al margen del apellido del corredor, son las que tienen la última palabra cuando se escala una pared y, pese a ser su primer Tour, el granadino Carlos Rodríguez demuestra en la carretera que no hay otro corredor español con su fuerza. Es el claro líder del Ineos después de que los Pirineos indiquen la verdadera forma de Bernal y, en el grupo de Pogacar, Gaudu o Skjelmose, cruza la meta para no perder el fuelle en la general, donde es noveno.
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