ciclismo
Un equipo ciclista en manos de los médicos de una universidad
La UCAM ofrece soporte médico al Caja Rural y los informes de los ciclistas se aprovechan como fuente de estudio en las aulas
Justicia poética para Roglic
Un equipo ciclista español se ha puesto en las manos de los médicos de una universidad. El Caja Rural, escuadra de la segunda división con larga tradición en el pelotón, ha depositado la confianza de los datos fisiológicos de sus ciclistas a la UCAM ( ... Universidad Católica San Antonio de Murcia), célebre institución fundada por el difunto José Luis Mendoza que ha ofrecido soporte financiero y posibilidades de estudio a una numerosa colonia de deportistas españoles, en su mayoría olímpicos.
Pero nunca había ensayado con el experimento piloto que se lleva a cabo desde el principio de esta temporada: sus médicos tutelan la salud y la ausencia de riesgos en materia antidopaje de los ciclistas del Caja Rural. Un caso único en el pelotón mundial.
El servicio médico de los conjuntos ciclistas siempre ha sido materia de oscuro tratamiento, en virtud de la mala fama de este deporte en su relación con el dopaje. «Un médico de ciclismo es un sospechoso por definición», le gustaba decir al antiguo doctor del Movistar, el también fallecido Jesús Hoyos.
Algunos galenos que han dedicado su vida al adiestramiento de ciclistas y otras modalidades deportivas (Michele Ferrari, Eufemiano Fuentes, Luigi Cecchini, Marcos Maynar, Jesús Losa…) han sido pasajeros frecuentes de las noticias de sucesos, cuando no de detenciones, redadas, escándalos o acusaciones por parte las fuerzas de seguridad, los fiscales o los propios deportistas.
Hubo un tiempo en que el principal pasatiempo de los ocupantes del pelotón ciclista consistía en descifrar quién era el médico de cada corredor, como si ese acertijo fuese a determinar su capacidad para lograr resultados y no tanto sus entrenamientos o sus virtudes físicas y mentales. Muchos ciclistas no solo tenían un médico oficial en el equipo responsable de su salud, sino también un consultor externo al que se pagaba en dinero negro y que trataba de no dejar rastro.
El influjo de esta leyenda negra parece estar detrás de la sociedad que han montado Caja Rural y la UCAM, sin que ello implique que el equipo navarro esté vinculado a algún caso de dopaje en el último año. Jaime Rosón o el portugués Domingo Gonçalves tuvieron episodios con resultados adversos luego recurridos en 2019 y 2018.
«No estamos con la UCAM porque haya habido ningún problema con estos asuntos», comenta a ABC Juan Manuel Hernández, máximo responsable del Caja Rural, mánager general de la formación.
El Caja Rural ha empezado a trabajar con la UCAM esta temporada después de intensas negociaciones desde hace tiempo con los responsables de la universidad, que nunca han querido patrocinar un equipo de ciclismo pero que sí han accedido a tutelarlo desde un prisma médico.
«Nosotros ya colaborábamos con un centro académico, la Universidad Europea, en el equipo amateur y hemos empezado este año con la UCAM en el equipo profesional. Sus médicos hacen controles internos a nuestros corredores, revisan las analíticas, el pasaporte biológico… Y ellos aprovechan para realizar sus informes y sacar conclusiones sobre corredores de élite en la universidad para los trabajos que deben realizar los alumnos», explica Juan Manuel Hernández.
Método de control
El mánager del Caja Rural no solo observa la cooperación como un puente de unión con la universidad, sino como método de control. «A nosotros este acuerdo nos sirve muchísimo como control interno, para saber cómo está nuestra gente y extraer conclusiones, al margen del control al que se someten los corredores con el sistema Adams (localización 24 horas para los controles sorpresa)».
El médico del equipo pamplonés es desde hace años el navarro Laureano Ozcoidi. Sus funciones quedan ahora supervisadas por los servicios médicos de la UCAM, que además del control del pasaporte biológico, también se encarga del apartado de nutrición de los corredores. «Hemos comenzado a hacer un poco de todo con la universidad -relata Juan Manuel Hernández-. Menos la preparación técnica y física, colaboramos en casi todo lo demás. Nos sirve mucho para controlar los valores de los corredores. Siempre lo hemos hecho desde la época amateur y ahora con mucha más atención».
El Caja Rural es un histórico del pelotón español desde que asomó como patrocinador en los años ochenta. Asociado a la marca Orbea, fue el equipo que contrató a Marino Lejarreta antes de que el 'Junco de Bérriz' pusiese punto final a su carrera en la ONCE.
La entidad bancaria siempre mantuvo un conjunto amateur durante más de tres décadas y en su seno se formaron ciclistas como Chente García Acosta (director deportivo del Movistar), Egoi Martínez (vencedor del Tour del Porvenir), Íker Flores o Aitor González (ganador de la Vuelta a España).
En 2010 se creó el equipo profesional Caja Rural, que ha participado en numerosas ediciones de la Vuelta a España como máxima conquista. En catorce temporadas de existencia ha acumulado 92 victorias, muchas de ellas en Portugal y en otros puntos de la Península Ibérica. El mayor éxito de la formación fue el triunfo de Antonio Piedra en la etapa 15 de la Vuelta a España de 2012.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete