Enric Mas y Nairo Quintana, un Movistar descafeinado para 2024

Celebra cien años la casa telefónica y la Vuelta rinde culto al patrocinador con una contrarreloj de cierre en Madrid de sede nueva a sede antigua, pero ningún ciclista del Movistar aparece en la presentación de la ronda española, el martes en Madrid.

Se retira Van Vleuten y el equipo honra su combatividad y nervio para ganar con un homenaje a la altura de la campeona holandesa, mientras el equipo femenino trata de recomponer su pérdida con la española Sheyla Gutiérrez y la alemana Liane Lippert. «Habrá que sacar las garras», dice Sheyla.

Y en el ámbito masculino se anuncia el Movistar con el material que tiene. Nairo Quintana, 33 años, vencedor del Giro y la Vuelta en su plenitud veinteañera, pero un curso sin competir en el ciclismo profesional después de un incidente con el tramadol (un analgésico para aliviar el dolor) en el Tour 2022 y de dejarse los nudillos en 2023 llamando a las puertas de los equipos de primera sin éxito.

Nairo disputará el Giro y la Vuelta, lejos del Tour, la carrera que Chris Froome le negó. Junto a él, Enric Mas, antiguo proyecto de sucesor de estrellas a quien Alberto Contador designó su delfín sin mucho ojo.

El mallorquín capitaneará al Movistar en el Tour y se conforma «con no tener la misma mala suerte del año pasado». También correrá la Vuelta a España, «a ver si podemos coger el maillot rojo».

Algo más difícil que la mañana del jueves lo tiene el balear, ya que el poderoso Jumbo (ahora Visma-Lease a Bike) anunció una alineación de lujo para la Vuelta, con Vingegaard (vencedor de dos Tour de Francia), Wout van Aert (nueve etapas en el Tour, maillot verde, Milán-San Remo, Strade Bianche, Amstel Gold Race) y se supone que Sepp Kuss, el último vencedor de la ronda española.

«No es que esté contento, es que soy feliz», dijo Nairo Quintana después del año horrible que pasó sin equipo, entrenando y dedicado a sus negocios. «Tengo que volver a encontrarme. Movistar es mi casa, mi marca. Llevo la M en el corazón».