Las clásicas de las Árdenas, el último desafío de Pogacar

El genio esloveno se lanza ahora a por el tríptico de las Árdenas, tres carreras colosales en una semana de domingo a domingo, la Amstel Gold Race, la Flecha Valona y la Lieja-Bastoña-Lieja.

No hay descanso para Pogacar. Superado el tramo de los adoquines, losetas de pavé que simbolizan la esencia del ciclismo en Roubaix y Flandes, llegan ahora las estrechas colinas que se adentran en los bosques frondosos de Bélgica y Holanda orientales, donde la lluvia deja su rastro, el frío hace mella en cualquier verano y el público se agolpa con la misma pasión que en la occidental Flandes.

A todo le hace Tadej Pogacar, empeñado en 2025 en estimular su espíritu con aquellas carreras o retos que no ha conquistado. Solo dos ciclistas en la historia ganaron las tres carreras de las Árdenas en el mismo año, Davide Rebellin en 2004 y el indomable Philippe Gilbert en 2011. El esloveno ya ha puesto el sello en cada clásica (Amstel y Flecha Valona en 2023; Lieja en 2021 y 2024), pero no las ha juntado en una semana. Los desafíos imposibles para los demás son su alimento.

Pogacar no tendrá que lidiar esta vez con Van der Poel, quien se guarda en su refugio de la costa alicantina hasta el Tour de Francia. A Van der Poel se le atragantan las largas cotas de Lieja y el empinado Muro de Huy (tramo máximo del 22 por ciento de desnivel).

«Me voy de las clásicas adoquinadas con la cabeza alta (ganó el Tour de Flandes, fue segundo en Roubaix). Las Árdenas son tres carreras duras de un día, pero tenemos equipo para competir. Iremos carrera a carrera, empezando por la Amstel», dice Pogacar, quien podría considerarse favorito casi único en este tríptico, si no fuese porque el viernes compareció un nuevo adversario.

Remco Evenepoel, campeón olímpico de ruta y contrarreloj, campeón del mundo en 2022, ganador de la Vuelta a España y de dos Liejas, se impuso a Van Aert en la Flecha Brabanzona después de medio año parado y amenaza la hegemonía del esloveno. «Pogacar es una fuente de inspiración, es el mejor desde Merckx. Pero debo ser capaz de vencerlo, mi equipo me paga por ello», destaca Evenepoel.

Primer acto hoy en el trazado tortuoso y accidentado de la Amstel en el Limburgo holandés, donde la ascensión final al Cauberg suele servir de juez a dos kilómetros de la meta después de 255 kilómetros.