Todos buscan cómo batir a Pogacar

Con un inicio así, tan repleto de trampas por las ventosas carreteras bretonas, el cielo se esfumará casi de inmediato y el pelotón comenzará a rodar por el infierno. El Tour es así. Y su último dueño, Tadej Pogacar , es para todos el muro a derribar. Ganó la pasada edición con una emocionante remontada ante Primoz Roglic en la contrarreloj final a las puertas de París y cuando aún no había cumplido 22 años. Ahora arranca desde Brest con el dorsal número uno y como el gran enemigo a batir por su víctima en 2020, el también esloveno Roglic, y por dos rivales que jugarán el equipo, el Ineos de Thomas, Carapaz, Hart y Porte , y el Movistar de Enric Mas y ‘Supermán’ López . Ellos, y quizá Alaphilippe, Gaudu y Urán , buscan desde hoy la manera de evitar que Pogacar consolide su era.

No será una tarea fácil. El prodigio esloveno gana casi todo lo que corre. Empezó el año con victoria en el Tour de los Emiratos, siguió en la espectacular Tirreno-Adriático y sólo por defender el liderato de su compañero McNulty perdió opciones ante Roglic en la Itzulia. Luego se impuso en la Lieja-Bastogne-Lieja y, tras concentrarse en altitud, viene de un paseo triunfal en el Tour de Eslovenia. Pogacar lo hace todo bien y cada vez lo hace mejor. No le asustan las dos etapas contrarreloj de esa edición, que, en principio, parecen beneficiar a Roglic. «Estoy en forma. Lleno de confianza. Me concentro en mí mismo, en no cometer errores. Sabiendo quién soy», dice con sonrisa adolescente. Intimida. «Esta primera semana va a ser divertida», augura. Lo pasa bien flotando entre tanta tensión. Esa es una de las características de los grandes campeones. «Veremos quién es el mejor», reta.

Roglic, tras su derrota de 2020 cuando ya se veía ganador del Tour, ha variado el plan de preparación. Desde la Itzulia en abril no corre ninguna vuelta. Ha estado dos meses sin competir, concentrado en Sierra Nevada y Tignes. La madrugada siguiente a ganar la Itzulia se desplazó en coche para recorrer con la ‘cabra’ la contrarreloj que le espera en la quinta etapa de este Tour. Tiene mentalidad estajanovista. Al triunfo por el trabajo. Y tiene un equipo, el Jumbo, cargado de dinamita con Van Aert, Kruijswijk, Wingegaard, Gesink y Kuss . «Venimos con un nuevo enfoque. Hemos aprendido del año pasado», avisa. En el Tour 2020, el Jumbo se desgastó por controlar en todo momento la carrera y al final falló. «Estamos –habla en plural– listos para enfrentarnos al UAE.

La solidez del equipo es clave. Pogacar contará, por ejemplo, con el apoyo de Majka, Formolo, Hirschi, McNulty y Rui Costa . Le harán falta gregarios firmes para contener al Ineos, su otro gran rival. La escuadra británica, como el Jumbo, comprobó en 2020 que en el cara a cara nadie puede con Pogacar. Así que actuarán en manada. Con dos líderes sólidos, Geraint Thomas y Richard Carapaz , y dos líderes secundarios como Hart y Porte. «Miras nuestra alineación y el que menos experiencia tiene soy yo, que ya he ganado el Giro», apunta Hart. Thomas, vencedor del Tour 2018, asiente: «Tenemos varias cartas y eso nos dará ventaja». El mejor escalador, Carapaz, que también tiene un Giro, no duda: «Venimos a ganar. Lo hemos preparado todo con antelación». Creen saber cómo acabar con Pogacar. En grupo. Todos contra él.

Y en paralelo a esa pelea de pesos pesados, el Movistar se presenta en Brest con Enric Mas , quinto en la pasada edición, y con su fichaje más excitante, ‘Supermán’ López, que acaba de asombrar en la Clásica del Ventoux. Los dos tratarán de sobrevivir a la primera semana para levantar la mano en los Alpes y el Ventoux, y, ya al final, buscar el podio en los Pirineos.

El Tour es diferente a las otras carreras porque reúne a los mejores corredores en su mejor momento. Eso aumenta exponencialmente la competencia y, como consecuencia, la dificultad para lograr victorias. Alaphilippe , que no destaca pelear por el podio, Van der Poel, Van Aert, Simon Yates y Valverde están hechos para los finales en repecho de las dos primeras etapas. También tiene ahí opciones un debutante, el guipuzcoano Alex Aranburu . «Esos dos días pueden ser buenos para mí», se atreve.

En la lista de ‘cazaetapas’ de prestigio figuran dos vizcaínos en forma, Omar Fraile , que ya ganó en Mende (2018), y Pello Bilbao , que casi venció en Bagneres de Bigorre (2019). «Va a ser un Tour movido», vaticina Pello. «Ilusionante», apuesta Omar. Con ellos viaja otro ganador de etapa, Ion Izagirre (Morzine, 2016). Buscan un trozo de cielo en este maravilloso infierno que es el Tour.