La semana más aburrida del Tour
El Tour aburre desde hace días. La edición más esperada de los últimos años por el retorno del hexacampeón -Lance Armstrong- y del actuar líder del pelotón -Alberto Contador- se ha descafeinado completamente en la segunda semana por culpa de un recorrido anodino y por ... la superioridad aplastante del Astaná sobre el resto de sus rivales.
Pasado el ecuador de la ronda gala, el Tour sigue con un líder de paja -Nocentini- y con los seis primeros de la general distanciados en sólo un minuto. El único ataque que se recuerda es el de contador en los Pirineos, a falta de cuatro kilómetros para acabar la etapa de Andorra. Nadie más se ha movido. Los periódicos se llenan con cotilleos que poco tienen que ver con lo deportivo: pinganillos sí o no y el pique Contador-Armstrong. Nada ha pasado.
Las razones de que las retransmisiones de la carrera francesa en los últimos siete días sirvan poco más que para echar la siesta hay que buscarlas en el supuesto enorme dominio del Astana, equipo que cuenta con los dos favoritos y con gregarios que podían ser jefes de fila en cualquier otro equipo. El resto de aspirantes no se atreve a atacar, quizás estén demasiado justos de fuerzas para cuestionar el dominio de los de Bruyneel. Todavía.
Ni los hermanos Schleck, ni Sastre, ni Cadel Evans -el único que se ha dejado ver tímidamente-, ni Menchov, ni Vande Velde... no se mueven porque París está todavía demasiado lejos y se sienten demasiado débiles para asaltar al Astana, coger el liderato y luego resistir el contraataque. Su estrategia pasa por seguir la que le llevó al amarillo a Sastre en 2008: hacer un solo ataque, pero definitivo.
El problema es que tal vez no haya terreno para esta posibilidad: sólo quedan dos finales en alto, el del domingo en Verbier, una ascensión no excesivamente dura, y el del penúltimo día en el Mount Ventoux, un puerto en el que tradicionalmente hay pocos ataques por el incómodo viento que sopla en su cima.
¿Será la última contrarreloj la que decida el ganador en los Campos Elíseos? Afortunadamente, el Tour siempre se reserva al menos un día de montaña para la épica. Confiemos en que los Alpes enmenden esta semana soporífera.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete