Desolación en El Barraco, donde le consideraban su mejor embajador
ÁVILA. La noticia de la muerte de José María Jiménez corrió como la pólvora por su localidad natal, El Barraco, un pequeño municipio de Ávila de apenas 2.000 habitantes. En las calles, en los bares, los vecinos charlaban, incrédulos y conmocionados, sobre el fallecimiento ... del «embajador más internacional de El Barraco y uno de los vecinos más queridos». «José María había recuperado la alegría», aseguraba el también ciclista Francisco Mancebo.
Decenas de personas esperaban a las puertas del tanatorio la llegada del féretro, que fue recibido, alrededor de las cuatro y media de la tarde, entre lágrimas. Sus padres, Antonio Jiménez y Antonia Sastre, y su viuda, Azucena, fueron recibidos entre llantos y abrazos. En el exterior del tanatorio la gente del pueblo formaba corrillos para recordar al ciclista cuando era pequeño, cuando comenzó a dar sus primeras pedaladas en la bicicleta por las calles de El Barraco. También se evocaba la emoción que se respiraba en todo el pueblo cuando protagonizaba sus hazañas en la Vuelta o en el Tour.
Entre los vecinos que aguardaban la llegada de los restos del deportista se encontraba un grupo de jóvenes aficionados al ciclismo con el afán de seguir la estela del «Chava». En los bares, empapelados con recortes de Prensa, fotografías y pósters del ciclista barraqueño, los vecinos del pueblo aún no habían asimilado la noticia. Todos le conocían, todos habían hablado con él en alguna ocasión y le recordaban subido a la bicicleta por las carreteras de la zona o participando, con sus amigos, en las fiestas de El Barraco.
Francisco Mancebo llegó al tanatorio visiblemente afectado: «No me lo creía, nos ha pillado a todos por sorpresa. Ahora que estoy aquí empiezo a asimilarlo. Nadie se lo esperaba. Su muerte era impensable». Varios ex ciclistas abulenses, como Jesús Rodríguez y Julio Jiménez, se desplazaron también hasta El Barraco.
Hoy, el funeral y el entierro
El alcalde de la villa, José María Manso González, resumía el sentir del pueblo: «Todos estamos destrozados, porque hemos perdido a nuestro barranqueño más internacional». La Corporación Municipal ha decretado, en un pleno extraordinario celebrado anoche, el luto oficial del municipio como señal de duelo, por lo que las banderas ondearán a media asta.
El funeral se celebrará hoy, a las once de la mañana, en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción. Está prevista la presencia en el entierro del seleccionador nacional de ciclismo, Francisco Antequera; del director general de Deportes de Castilla y León, Jesús María Sanz; del director del equipo Islas Baleares Banesto, José Miguel Echávarri, y del presidente de las Cortes de Castilla y León, José Manuel Fernández Santiago.
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