DE LA CAZA
«En sólo dos años, Framework ha cambiado el olivar»
Cristóbal Reina es presidente de la Sociedad de Cazadores de Aguilar de la Frontera
ABC
Cristóbal Reina Sicilia es un enamorado de su tierra: Aguilar de la Frontera. En su figura conjuga a la perfección la esencia del proyecto Framework: cazador de toda la vida y agricultor desde 1997, es presidente de la sociedad de cazadores de su ... pueblo desde 2008.
Como asambleísta de la Federación Andaluza de Caza, desde hace más de diez años Cristóbal ha sido la bandera del cambio hacia un modelo de agricultura más sostenible que concilie rentabilidad económica y conservación.
Es uno de los principales artífices de que Aguilar de la Frontera sea el escenario escogido para el proyecto Framework, una iniciativa que ha llevado su tierra a políticos de todos los colores y científicos europeos con los que se entiende en el lenguaje de las personas sencillas: sentados en torno a una mesa repleta de buen vino y del mejor aceite.
Ser agricultor y presidente de una sociedad de cazadores te ha convertido en un buen ejemplo de que caza y agricultura están estrechamente unidas pero… ¿qué fue antes: la caza o la agricultura?
No sabría darte una respuesta clara a esta pregunta. Mi abuelo era cazador (fue fundador de nuestra sociedad de cazadores y directivo) y hortelano, mi padre siguió sus pasos (también formó parte de la junta directiva de la sociedad de cazadores y fue agricultor) y yo mamé la caza y la agricultura antes de tener uso de razón. Por supuesto, la caza me llenó en mi infancia y adolescencia más que la agricultura, de caza íbamos a trabajar y a los olivos íbamos a trabajar para aprender el oficio.
Llevas años alertando sobre la necesidad de un cambio hacia una agricultura más sostenible que permita conciliar rentabilidad y producción con la conservación de hábitats y especies. ¿Cuál es el estado actual de conservación del medio ambiente?
El estado actual de conservación del medio ambiente es alarmante, aunque es cierto que la dinámica está comenzando a cambiar. Cárcavas enormes, pérdida de suelo fértil, erosión, fincas partidas, arroyos por donde cruzabas andando y ahora tienen varios metros de profundidad. En definitiva, hemos roto la herencia de la tierra de siglos de nuestros antepasados en los últimos cincuenta años. Un paisaje desolador donde sólo se piensa en el cultivo.
La evolución de la agricultura
En relación a la agricultura, ¿qué nos ha llevado a esta situación?
Desde hace 40 años, los agricultores no hemos tenido límites ni en el trato del suelo con el intenso laboreo ni en el uso de pesticidas y herbicidas. Hace décadas, los agricultores quitábamos la hierba de los ruedos de los olivos cuando se secaba mediante azadas (se hacía en el mes de julio o agosto porque el forraje saltaba y cundía más).
Llegaron los tractores con los aperos y se empezaron a dar muchas vueltas de labranza para combatir la hierba y sobre todo aparecieron los herbicidas que mataban la hierba. Imaginaros el avance en el ahorro de trabajo y de sueldos.
Se echaba herbicida en cualquier momento del año y en cantidades que no se controlaban. Se echaba herbicida en seco –antes de que naciera la hierba para matar la semilla-, se echaba cuando la hierba estaba nacida y se echaba cuando estaba grande. Al final se destruyó toda la hierba fina para dar paso a una hierba más dura y más resistente a los venenos y menos palatable para los animales. Y claro, aparecieron los daños en los cultivos.
El problema radica en que cuando se envenena la hierba no se seca de inmediato sino que tarda sobre 20 días en secarse. Claro los primeros años imagínate un animal que comía esta hierba lo que le pasaba. El animal fue cambiando su hábito alimenticio y empezó a comerse el cultivo que tenía menos veneno.
Eso con respecto al factor alimento, con respecto al factor refugio tres cuartos de lo mismo. No había quedado una hierba donde poder refugiarse de un depredador. Una camada de perdices recién nacidas era fácil presa.
Pero claro, el que lea estas líneas pensará «ya está aquí el cazador». Pues todo lo contrario, el alimento y el refugio flaqueó para todos los animales del campo, cinegéticos o no. Si no hay animales cinegéticos el depredador tampoco tendrá que comer.
Los pesticidas fueron y son los responsables de la matanza de miles de nidos de aves insectívoras en plena época de incubación y de reproducción.
En definitiva, la transformación del sistema de laboreo del suelo, el uso de maquinaria agrícola y los pesticidas, herbicidas, causan este desequilibrio en la biodiversidad consentido por una administración política que no ha querido poner límites en los últimos cuarenta años donde el único beneficiado ha sido la industria fitosanitaria.
Inicios del proyecto
Tras muchos años de lucha, aparece el proyecto Framework. ¿Cómo lo conociste y por qué decidiste llevarlo a Aguilar de la Frontera?
Cierto es que mi discurso, año tras año en el seno de la FAC, ha sido siempre el de intentar cambiar el sistema agrícola. Alguien tenía que dar el primer paso para intentar cambiar la mentalidad del agricultor y quién mejor que yo en el concurría las dos variantes, cazador (presidente del coto) y agricultor (mi medio fundamental de vida).
Han pasado dos años y ahora conocemos los primeros resultados pero… ¿cómo arrancó el proyecto? ¿En qué consistieron los primeros trabajos?
El primer y fundamental paso fue convencer a varios agricultores para que dejasen cubierta vegetal en sus olivares. Elegimos una zona que tradicionalmente había sido de una riqueza cinegética enorme y que hace dos años estaba prácticamente muerta. La zona tiene pendiente y las cárcavas son evidentes así como la erosión causada por el laboreo del terreno. Acto seguido, adquirimos semilla y sembramos aproximadamente dos metros de cada calle de olivar en unas doscientas hectáreas. El trabajo fue duro pero gratificante.
Un nombre extraño, un proyecto nuevo. ¿Cómo reaccionaron los agricultores de Aguilar de la Frontera cuando les propusiste participar en él? ¿Cómo ha sido la evolución en los dos años siguientes?
Personalmente hubiera preferido un nombre español al proyecto. Imagínate la cantidad de versiones que le damos la gente de pueblo a la palabra Framework. La mayoría de los agricultores se involucraron por amistad. Muchos también son cazadores y conocían la precaria situación del campo. Ahora se alegran no sólo por ver como se está recuperando la vida animal, sino porque están viendo que tanto el estado vegetativo como la producción de sus olivares es muy buena.
- Cazadores animando a agricultores a apostar por la conservación de la biodiversidad… ¿Qué argumentos utilizáis?
Los argumentos son fáciles de entender. Por un lado, la erosión, ya que en los últimos años, la mayoría de las fincas han perdido gran parte de la capa de tierra fértil. Por otro las cárcavas, que han roto la continuidad entre las fincas, y el aumento de la temperatura en el suelo. Una masa de hierba protege y reduce la insolación.
El ahorro en labores agrícolas y en tratamientos fitosanitarios también deben resaltarse. En definitiva, queremos volver a lo que hacían nuestros abuelos y las generaciones anteriores, generando biodiversidad.
¿Cambio de mentalidad?
Si la implantación y manejo de cubiertas vegetales, en lo que ahora consiste el proyecto Framework en Aguilar, presenta únicamente ventajas para el agricultor, ¿su aplicación se trata más bien de un cambio de mentalidad?
Por supuesto. Aún quedan agricultores que piensan que ver cubierta vegetal en sus olivares es sinónimo de abandono. Debemos cambiar el concepto, si el suelo está bien, mejor estará el cultivo. El cultivo vive en el suelo y depende de él.
P.- Respecto a biodiversidad, fauna y conservación, ¿qué cambios habéis notado en las zonas de vuestros acotados que están dentro del Framework?
El cambio es abismal. Hace dos años era impensable ver olivares con cubierta vegetal en nuestro coto. El cambio paisajístico ha sido brutal. Ello ha influido positivamente en la biodiversidad. Yo era de los que pensaba en que muchas especies habían desaparecido. Sin embargo, paseando entre olivares, a día de hoy, vemos toda clase de insectos, mosquitos, cigarrones, cigarretas. Estos animales suponen la base alimenticia de muchas especies animales. Vemos gran cantidad de aves insectívoras, las poblaciones de perdices están empezando a despuntar y vemos conejos y liebres y, sobre todo, novemos daños en los cultivos.
Muchas sociedades de caza andaluzas con cultivo de olivar dentro de sus acotados todavía ven con incredulidad o poco interés el trabajo que se está realizando con Framework. ¿Qué les dirías?
Muchos presidentes de cotos esperan a que otros les arreglen las cosas. Dicen: «eso lo tiene que imponer la administración o tiene que ser la comunidad europea la que obligue a implantar las cubiertas vegetales».
Yo animo a mis compañeros a no ser conformistas, y aprovecho para ofrecerme a todos para dar a conocer nuestra experiencia.
¿Cuáles han sido las claves para que Aguilar de la Frontera se convierta en el escenario donde se desarrolle de manera experimental un proyecto europeo que está siendo protagonista de tantas miradas, noticias e informaciones en las últimas semanas?
La clave, en singular, es el trabajo . Tengo el honor de dirigir una junta directiva compuesta por personas inconformistas, con multitud de ideas y de proyectos. Y, por supuesto, hay que resaltar el apoyo incondicional de nuestro Ayuntamiento, de la Federación Andaluza de Caza y de la Fundación Artemisan que conocedores de nuestra prestación no dudaron en apoyarnos en este reto que va a demostrar que la vida en el olivar es posible, que biodiversidad y rentabilidad económica no están reñidas. Para finalizar lo hago con las palabras de mi alcaldesa, Carmen Flores, en una de las entrevistas de estas jornadas. «Deberíamos pedir perdón a las generaciones venideras por cómo encontramos el planeta y cómo se lo vamos a dejar».
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