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Caza

El reclamo del corzo: otra forma de caza

Esta modalidad es relativamente nueva en España

Rodrigo Moreno

Alfonso Treviño Garnica

Madrid

Escribir sobre el celo del corzo y su caza en un medio generalista da cierto rubor por el tema en cuestión, y porque no me considero un experto sino un simple aficionado y aprendiz a la modalidad.

Empezaré con la parte mala, y es ... que existen muchas razones para no engancharse a esta forma de caza. En primer lugar, que los períodos aprobados por las diferentes comunidades autónomas suelen cortar en el momento álgido del celo, que va de mediados de julio a mediados de agosto. Otra cuestión a tener en cuenta es que nos quedasen precintos a estas alturas de la temporada, y luego, la más importante, son las ganas. La caza del corzo se asocia a verdor y a campo mollar, a madrugones con olor a primavera y a tardes frescas en las que el jersey y el polar se agradecen. La caza en celo del corzo representaría la antítesis de todo eso. Calor y moscas serían nuestros aliados, con lo que el tesón y la paciencia de aguantar medio día o día entero en el monte, con un calor infernal, no serían del agrado de muchos.

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