Julio

Regreso de la sabana africana a meterle planes a la agenda y no dejar escapar la suerte de la salud y la bendición de la ilusión. Tengo una empresa en el gatillo que presumo ambiciosa: cuando se igualen las luces allá por septiembre quiero partir desde Guadalupe a lomos de Talibán para llegar al Rocío. Unir la Reina de las Españas con la Patrona de las Marismas, por supuesto a caballo, como se conquistó el mundo.

No sé si valdrá de mucho o de poco. Mísero sacrificio para un pecador que lo ofrece por su Patria y por sus gentes. Y por mi amigo Alberto Merchán.