Salamanca, amiga de la caza

Casi un millar de cotos privados , un millón de hectáreas de aprovechamiento cinegético y cerca de 3.000 licencias constatan la relevancia de la caza en Salamanca , una provincia que se ha proclamado amiga de esta actividad y no solo por su repercusión económica en el mundo rural sino también por ser respetuosa, sostenible y necesaria para la conservación del equilibrio de las especies y del entorno natural.

Pero además, la Diputación de Salamanca apuesta por la caza como reclamo turístico de primer orden dado que no solo se puede practicar esta actividad a través de empresas profesionales, sino también desde una perspectiva más deportiva en montes abiertos con venados y jabalíes, explica el diputado de Turismo, Francisco Javier García Hidalgo , sin perder de vista, lógicamente, el macho montés que es la especie que distingue a la provincia salmantina del resto de destinos cinegéticos. «Los mejores machos monteses de España se cazan en la Reserva Regional de Las Batuecas », situada en plena Sierra de Francia, añade.

En ella, esta especie prolifera de forma rápida su población, alcanzando en poco tiempo el máximo desarrollo posible del trofeo, lo que ha llevado a batir varias veces el récord mundial de la especie, como también abunda el corzo, la becada o el jabalí , el cual junto con el venado es la pieza reina de las monterías, mientras que el corzo se constituye en protagonista de jornadas de rececho.

Tampoco la Diputación de Salamanca pierde de vista la caza menor con la perdiz como reina de esta modalidad junto a la liebre y al conejo en esa apuesta por combatir la despoblación, preservar el medio ambiente, mantener el equilibrio natural y prevenir riesgos sanitarios.

En ese contexto se enmarca el recientemente celebrado I Foro de Caza en Salamanca que reunió alrededor de 150 cazadores y que contó con la asistencia del presidente de Federación Española de Caza, Ángel Maraver, del de la de Castilla y León, Santiago Iturmendi, y del delegado provincial en Salamanca, Javier Tendero, y del prestigioso biólogo Juan Delibes quien confió en que la paralización cautelar de la caza en Castilla y León se resuelva al ser una actividad «absolutamente necesaria ya no solo por su repercusión económica en el medio rural, sobre todo, sino también para la conservación del medio ambiente y del equilibrio de las especies».