El Canelo reina en casa y en las 168 libras contra un valiente Ryder

Ambos púgiles parecían esculturas helenísticas, sin un gramo de grasa, y especialmente el Gorila, que llegó fortísimo, haciendo gala de su apodo de espalda plateada. Se trajo el Canelo, junto a sus cuatro cinturones (OMB, CMB, AMB y FIB), todos ellos en juego, una carretilla llena de adoquines que fue lanzando a su rival desde los primeros asaltos. Golpes muy duros y certeros conectó el tapatío ante un Ryder muy valiente que, pese a la inferioridad, acertó algún 'uppercut' casi perfecto. Y no pasaban un par de minutos sin que Saúl le lanzara un preciso gancho de izquierda al hígado que enrojeció el costado del súbdito de Carlos III. Qué buenos esos golpes a la panzota 'made in México'.

Terminado el tercer asalto el rostro del Gorila parecía que le había pasado por encima un camión, y llegado el quinto Saúl le conectó un recto de derecha como un misil balístico que no sacó a Ryder del ring porque las cuatro cuerdas lo sujetaron y le permitieron rebotar hasta la lona. Apuró la cuenta, se levantó el Gorila, que llegaba con una marca de 32-5, y siguió luchando y eludiendo el ko contra pronóstico,

Muy pocos en el estadio y en el 'pay per view' contaban con ver los doce asaltos. Máxime cuando en el noveno Ryder encaja una combinación y se tambalea. Le fallan las piernas. Su esquina lo mira. Está muy tocado, en ese punto en el que el rival va a terminar el trabajo, acabar de talar el árbol, y su entrenador se plantea arrojar la toalla para proteger la integridad cerebral del pupilo. Pero el Gorila experimenta una reacción como la de Mia cuando Vincent le hinca la jeringa de adrenalina en el pecho en 'Pulp Fiction'. Saca fuerzas del infierno y, como resucitado, conecta una serie al Canelo que a punto está de provocarle un serio disgusto.

Sintió los golpes el de Guadalajara y se resignó a no ganar por ko. Apurada la docena de asaltos, las cartulinas le dieron el triunfo por decisión unánime de los tres jueces. El combate nos dejó a un 'Gorila' Ryder que ha demostrado ser merecedor de estar en la elite de los supermedianos y a un 'Canelo' Álvarez como la célebre ranchera de Vicente Fernández que sonó entre asaltos: Con dinero y sin dinero / Yo hago siempre lo que quiero / Y mi palabra es la ley / No tengo trono ni reina / Ni nadie que me comprenda / Pero sigo siendo el rey.

El rey de las 168 libras, habría que decir, porque ahora su siguiente reto parece que está en la revancha contra Dmitry Bivol. Justo un año atrás Canelo subió de categoría para ganar al mejor de las 175 libras, pero el ruso fue muy superior. Se han manejado dos escenarios: que sea Bivol el que baje de peso e intente hacerse con los cinturones del Canelo o que la pelea se repita en la categoría de los semipesados, en cualquier caso antes de que termine 2023.

Esta última parece la opción más plausible después de las últimas manifestaciones del mexicano (ahora con una marca cósmica de 59-2-2), que quiere conseguir el reto y mantenerse en lo más alto del 'show business' ante la amenaza del joven Gervonta Davis.