Novak Djokovic
Si Haaland fue el hombre más destacado en deportes colectivos, Novak Djokovic lo fue en el terreno individual. Tras dividir al mundo con su negativa a vacunarse contra el Covid y estar varios años sin poder competir en todas las grandes pistas, el serbio ha alcanzado un nivel al que seguramente no haya llegado ningún tenista en la historia. Con Nadal listo para un último baile y con Federer ya retirado, Nole ha aprovechado la falta de competencia para arrasar allá por donde pasaba. Adelaida, Open de Australia, Roland Garros, Cincinnati, US Open, París-Bercy y ATP Finals han sido sus conquistas, un total de siete, superando a su nuevo rival directo Carlos Alcaraz, que finalizó el año con seis. Precisamente, el balcánico ha encontrado en el joven español un oponente a la altura para sus últimos años de carrera, convertidos sus enfrentamientos en batallas épicas en las que el serbio, salvo en Wimbledon, siempre ha salido victorioso. Djokovic cierra el año como número uno del mundo indiscutible y con su cuenta de Grand Slams al alza, un total de 24, dos más que Nadal y cuatro más que Federer. Un tenista irrepetible.
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