Alpinismo

Se busca a los culpables del vertedero en el que se ha convertido el K2

El gobierno de Gilgit-Baltistan ha decidido iniciar una investigación para encontrar a los responsables de los desechos dejados en la montaña salvaje

Imágenes del Campo 2 del K2, lleno de basura Instagram

El récord de ascensiones al K2 este verano dejó como consecuencia una ristra de basura nunca antes encontrada en la montaña salvaje. Toneladas de desechos que las expediciones comerciales dejaron atrás y que ahora trata de limpiar una cuadrilla de trabajadores del Parque Nacional ... del Karakórum Cental (CKNP, por sus siglas en inglés). Un desastre ecológico de dimensiones desconocidas que ha encendido las alarmas del gobierno de la región de Gilgit-Baltistan, que busca ahora a los culpables para exigir responsabilidades y prohibirles, en su caso, volver la próxima temporada a cualquiera de las montañas del Karakórum gestionadas por Pakistán.

En la nota del CKNP -hecha pública por la web especializada ExplorersWeb-, se habla específicamente de la alarma social que ha generado la publicación de noticias en todo el mundo sobre la situación en los campos de altura del K2. Varios alpinistas han mostrado imágenes en las que podían verse decenas de tiendas, cuerdas fijas y botellas de oxígeno abandonadas sin que nadie se hiciera cargo de ellas.

20.000 Kilos

Es la cifra de desechos que se han retirado esta temporada en el K2, superior en 6.000 kilos a los recogidos el año anterior

A consecuencia, el gobierno de esta región ha anunciado que iniciará una investigación para encontrar a los responsables y exigirles responsabilidades. Incluso advierte de que las agencias comerciales que estén implicadas podrían ver denegados sus permisos para la siguiente temporada.

En los trabajos de limpieza que el CKNP ha llevado en las últimas semanas, coincidiendo con el fin de la temporada, se han recogido 20.000 kilos de basura, que tiene que ser bajada desde los campos de altura y porteada durante kilómetros para ser incinerada. Una tarea muy complicada, pues obliga a contratar a alpinistas de alto nivel, ya que cualquier persona no es capaz de alcanzar los 8.000 metros, donde está situado el campo de mayor altitud del K2.

De hecho, la imagen más icónica del vertedero en el que se ha convertido esta montaña la publicaba una alpinista peruana, Flor Cuenca, y reflejaba un campo 2 completamente abandonado y lleno de tiendas, cuerdas fijas y bidones de plástico a la intemperie.

El K2 no es la única montaña donde se han visto este tipo de imágenes en los últimos años. El Everest ya sufrió un desastre similar hace años y, aunque se intentaron buscar soluciones, aún persiste el problema, cuya única solución pasa por la responsabilidad particular de cada uno de los que pisan las montañas.

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