LIGA DE CAMPEONES
El Barcelona se encoge en Copenhague
El conjunto azulgrana da por bueno el empate, pero sigue sin resolver sus problemas a domicilio en Europa
ENRIQUE YUNTA
Vale el puntito en Dinamarca y más después de que hicieran lo propio Rubin Kazán y Panathinakos, los otros compañeros de este grupo que parece resuelto para el Barcelona. Vale el puntito, más disputado de lo previsto y que pero no esconde las dificultades del ... cuadro azulgrana, voluble en una montaña rusa de sensaciones atÃpicas. Mereció la victoria durante un buen tramo y luego suplicó por el pitido final pese al empeño de Pedro sobre la bocina, por lo que se da por satisfecho, tanto como el Copenhague.
Europa no concede tregua y le sigue costando al Barcelona arrancar a domicilio, vÃctima de una mala racha que se alarga desde hace casi un año (9 de diciembre de 2009, último triunfo en Kiev). Todo lo superior que es en casa se equilibra cuando coge el pasaporte y se pone a dar vueltas por el continente, siendo para cualquier rival el partido del siglo aquel que tiene a los azulgrana como invitados.
Le ocurrió en Copenhague, empequeñecido el Parken Stadium ya que se podÃan haber llenado cuatro estadios del mismo aforo, entregada la ciudad a la grandeza de los hombres que dirige Guardiola. Basta con ver la enfurecida salida local, tan violenta que dejó en el suelo a Puyol por un golpe de Bolaños y aturdido al resto con el zapatazo de Claudemir al larguero a los dos minutos. Sudores frÃos en clave catalana.
Guardiola vaticinó una noche tremendamente dura, generoso siempre en el adjetivo cuando habla de los otros para no quedar mal con nadie, y el Barcelona se encontró con un Copenhague pegajoso y rapidÃsimo en las contras, abusando de los huecos que dejaba Alves y beneficiándose de la espesura de los primeros compases del forastero. Le costó al Barça encontrarse y se le hizo larguÃsimo el primer cuarto de hora , confundido al no tener siempre la pelota como de costumbre. Descuidó la retaguardia e incluso, en un achuchón danés, Valdés se jugó la roja al pecar de bruto en una salida a destiempo que acabó con N'Doye viendo pajaritos. Ni amarilla, falta a favor del Barcelona porque el delantero, según el árbitro, empujó a Puyol previamente.
Para que el Barcelona se encontrara, tuvo que discutir Villa una vez más con los palos —lleva nueve este curso— y adueñarse del balón Xavi, escoltado esta vez por Busquets y Keita ya que Iniesta avanzó su posición para acompañar al asturiano y a Messi. ¡Ah, Messi, eterno Messi! Sigue a lo suyo el argentino y este martes, tan de moda que están las estadÃsticas, logró su tanto número cien desde que tienen a Guardiola como jefe y ya es el máximo realizador del club en competiciones internacionales.
El argentino las caza todas simplemente porque tiene un instinto marciano para estar donde nadie llega y recogió en el área un rebote después de que las buenas intenciones de Keita no encontraran a Villa. Todo parecÃa más fácil para el Barcelona abierto el melón, pero en un renuncio le pillaron a destiempo y Claudemir se benefició de los puños blandos de Valdés para nivelar la noche en un abrir y cerrar de ojos, apenas sesenta segundos después del trompazo. Vuelta a empezar.
Hubo cosas buenas en el Barça, centrado en el tramo final del primer acto y mejorado en la reanudación, pero casi se pilla los dedos al perder por completo el rumbo del partido, mareado por los acosos de un Copenhague. Con todo, Pedro rozó el triunfo, pero chocó con el palo y se dio por bueno el resultado. Todos tan amigos menos Guardiola y Solbakken, a quien Busquets tuvo que separar porque la discusión era demasiado acalorada.
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