España 87 - Grecia 80

Willy abre camino para la nueva España

El pívot madrileño lidera la victoria de la selección ante una Grecia que no pudo contar con el monstruo Antetokounmpo por unas molestias en la rodilla

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Hernangómez EFE

Ante las dudas, Willy Hernangómez sacó el machete y se abrió paso a la fuerza para decantar la victoria de España ante Grecia por 87-80. El pívot madrileño tuvo una noche fantástica ante los helenos y, a rebufo, la selección se fue entonando con ... el paso de los minutos. Los menos habituales (Jaime Fernández, Saiz), Lorenzo Brown y los incombustibles Llull y Rudy lideraron a 'la Familia' es su segundo partido de preparación para el Eurobasket. Tras sufrir la estelar actuación de Giannis Antetokounmpo, España respiró, pensó y ejecutó a ratos un baloncesto sobre el que despegar.

España 87 - Grecia 80

Amistoso

  • España Brown (8), López-Arostegui (-), Pradilla (12), Juancho Hernangómez (10), Willy Hernangómez (23) --quinteto inicial--, Brizuela (5), Jaime Fernández (6), Llull (6), Rudy (6), Guerra (4), Núñez (-), Parra (-), Saiz (7)
  • Grecia Calathes (8), Tyler Dorsey (9), Agravanis (24), Papanikolaou (5) y Kostas Antetokounmpo (6) --quinteto inicial--, T. Antetokounmpo (1), Bochoridis (5), Kalaitzakis (-), Kaselakis (5), Kouzeloglou (-), Larentzakis (7), Lountzis (2) y Papapetrou (8)
  • Parciales 22-21, 23-19, 22-21, 20-19
  • Árbitros Conde, Castillo y Calatrava. Sin eliminados.
  • Pabellón WiZink Center, 13.047 espectadores.

Debido a unas molestias en la rodilla, no estaba Giannis de corto, sí en el banquillo, pero el público del WiZink entró en éxtasis cuando el apellido Antetokounmpo sonó por la megafonía, aunque fuesen Thanasis y Kostas, sus dos hermanos, quienes lo portasen en la camiseta. Pese al calor de agosto, buen ambiente en el recinto madrileño, como siempre que hay baloncesto de quilates al alcance (lleno absoluto, 13.000 espectadores).

Tras el salto inicial, España siguió con las dudas existenciales que ya le acosaron en Atenas. No están los grandes nombres de antaño y cada posesión es una desesperada búsqueda de una nueva identidad. De momento, Scariolo le ha dado la dirección de manera indiscutible a Lorenzo Brown, que muestra 'feeling' con Willy Hernangómez, de lo mejor de España en el primer cuarto la conexión entre ambos. Pero Grecia, más hecha y más musculada, imponía su físico desde bien pronto, inalcanzables para los defensores locales los vuelos helenos cerca del aro.

Tras un inicio algo lento de ritmo, España cogió carrerilla con dos triples de Rudy, que se conoce al dedillo los aros del WiZink, y uno de Juancho. Un fogonazo que le dio a la selección un primer ladrillo sobre el que empezar a construir. Con Rudy y Llull al mando de las operaciones, el equipo enseñó tímidamente los dientes y consiguió ponerse por delante e incluso sacar una buena ventaja en el ecuador del segundo cuarto. Brown y Guerra se sumaron a la causa y España comenzaba a sentirse cada vez más cómoda y atrevida.

Un triple de Papanikolaou y una buena bandeja de Calathes devolvieron la batuta del marcador a Grecia, pero España había cambiado con respecto al partido de Atenas, encajaba mucho mejor los golpes y sabía recuperar la respiración con rapidez. El equipo subió prestaciones en defensa y se volvió un ente mucho más armónico en ataque Los pases, por muy excéntricos que fuesen, siempre llegaban a su objetivo, mientras que Willy continuaba con su serio partido en la zona. Una cascada de puntos del madrileño en el tercer periodo dieron mucho ánimo y ventaja a la selección. Incluso el joven Núñez, 17 años, deleitó a los presentes con un par de acciones que vislumbran un prometedor futuro para el base del Real Madrid.

Se desinflaba Grecia, a quien le costaba mucho más anotar cerca del aro, coto que en el primer cuarto le había sido de lo más fructífero. Continuaba Scariolo con las rotaciones y los candidatos para viajar a Georgia, sede de España en el Eurobasket, desfilaban sobre el parquet. Nadie quiere perderse la cita y Brizuela, a los pocos segundos de salir del banquillo, anotó un gran triple desde el banquillo. Sebas Saiz y Jaime Fernández acompañaban al vasco con unos muy buenos minutos en el último cuarto y España rozaba una importante victoria pese a tratarse de un amistoso. En busca de un nuevo camino por el que crecer, la selección se encontró con una tarde plácida y satisfactoria, un caldero de confianza y autoestima sobre el que auparse para afrontar las guerras venideras, que son inminentes.

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