El Unicaja inicia la criba copera y se deshace con contundencia del Joventut

Dylan Osetkowski inauguró la Copa 2025 con una bella canasta a aro pasado. No movió ni un músculo facial el norteamericano, con aspecto de surfero bromista pero con una cara tan fría que haría helarse al mismísimo infierno. Él y sus compañeros del Unicaja firmaron un gran inicio de encuentro, muy sólidos a la hora de cerrar el rebote, sin exuberancia pero muy eficientes. Mientras, al Joventut le costaba lo indecible sumar puntos con facilidad y solo el ucraniano Pustovyi conseguía colarse por el candado malagueño.

Poco a poco, también entró en juego el estadounidense Dekker, que en un par de meses se ha convertido en uno de los aleros más letales de nuestro baloncesto. Sus movimientos y el aumento de la agresividad defensiva de los catalanes mantenían a flote al Joventut, pese a que sus pérdidas y su incapacidad para cerrar el rebote defensivo lo sancionaban en exceso. Aun así, la diferencia al final del primer cuarto era solo de cinco puntos (21-16).

El Unicaja estaba empeñado en amedrentar a sus rivales en el plano físico, pero lejos de amilanarse, el Joventut entró al trapo y, por sorpresa, comenzó a ganar pequeñas batallas que lo acercaron en el electrónico. Cinco triples seguidos, obra de Dotson (2), Robertson (2) y Dekker, dieron la primera ventaja de la tarde a los de Badalona, que parecían una jauría hambrienta. Sin embargo, 'Huracán' Carter y Perry, también de muñeca caliente, contratacaron con una batería de tiro espectacular para firmar el empate a 32.

Al fin, el ignífugo Tomic hizo acto de presencia y cinco puntos con su firma hicieron despegar a los catalanes, que veían cómo sus enemigos se desquiciaban desde la línea de tres (en la primera parte sumaron un paupérrimo 3 de 15). Osetkowski cercenó la mala racha desde la frontal en las últimas posesiones y firmó el empate (42-42) aunque, cuando sonó la bocina del descanso, el Joventut parecía vencer en lo anímico.

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El estadounidense Kalinoski se hizo protagonista tras la reanudación, excelente tirador con alma de galgo cuando un balón es una liebre a la carrera. A sus acciones parecía ponerle remedio el gigante ucraniano Postovyi, autor de dos tapones consecutivos, pero un gran parcial del Unicaja liderado por Osetkowski hizo que la marea verde de las gradas canarias, al ritmo de 'Welcome to the jungle', enloqueciera por completo.

Los malagueños mandaban por siete, todo un logro viendo la guerra de trincheras en la que se había convertido el duelo. Dekker seguía a lo suyo, que es anotar canastas contra todo pronóstico, aunque tuvo que retirarse al vestuario tras un fuerte codazo de Osetkowski en su coronilla, situación que, aunque sancionada con antideportiva, complicó aún más la vida al Joventut. Desfondado, cedió demasiado terreno al Unicaja que, con un acto por jugarse, ya estaba listo para sentenciar la eliminatoria (73-61).

Taylor corroboró los pronósticos y comenzó a hacer añicos a sus rivales con su compresión del juego. Tyson Pérez, Perry, Carter y Kravish se unieron a la causa y los andaluces arrasaron como si estuviesen en un bufé libre. El Joventut, resignado, de rodillas, inició su peregrinación de vuelta a casa.