Unicaja cree en los milagros y se cita con el Real Madrid en semifinales

El duelo fue eso: un Punter contra todos. Algo muy difícil de sostener cuando el rival es un conjunto tan coral como Unicaja, donde cada pieza aporta con precisión al engranaje general. El base neoyorquino salió enchufado desde el minuto uno, pero fue en el segundo cuarto cuando alcanzó la excelencia.

Hasta entonces, se repitió, más o menos, el guion de los dos enfrentamientos anteriores, en los que Unicaja siempre despertó antes. Ejim y Carter dieron las primeras ventajas a los malagueños, mientras el Barça se sostenía desde la pintura con Willy y Parker. La primera rotación disparó a Unicaja, con Taylor también en plan estelar (19 puntos para él al final), y aprovechando los tiros de Kalinoski para poner tierra de por medio. El 24-18 con el que terminó el primer cuarto anticipaba un duelo eléctrico, de alta puntuación e indeciso hasta su conclusión.

Alberto Díaz dio una marcha adicional a Unicaja al inicio del segundo periodo, y con una canasta suya los de Ibon Navarro alcanzaron por primera vez los diez puntos de ventaja. Fue entonces cuando Punter se puso serio. Todo el juego ofensivo de los azulgranas comenzó a pasar por el base estadounidense, que encestaba desde cualquier posición. Con él y con Abrines, autor de dos triples consecutivos, el Barça superó la minicrisis y llegó a ponerse por delante antes de que Díaz y Taylor dejasen a Unicaja con una mínima ventaja al descanso (43-42).

La rueda de la intensidad giró aún más en el tercer cuarto, sobre todo del lado visitante. Anderson puso por delante a los de Joan Peñarroya con cinco puntos seguidos, convirtiéndose en el perfecto escudero de un Punter que seguía a lo suyo. Unicaja, en cambio, pagaba ese rigor defensivo encadenando un fallo tras otro, tanto desde la zona como desde la línea de tres (1 de 7 en ese periodo).

El Barça llegó al último cuarto rondando una ventaja de diez puntos (55-64) y con gran parte del trabajo hecho. Unicaja lo intentaba con Taylor y Kravish, pero a falta de dos minutos para la bocina seguía lejos en el marcador. Fue entonces cuando apareció Tyson Pérez, prácticamente inédito hasta entonces, para comandar una remontada casi milagrosa. Fueron siete puntos consecutivos del internacional español, además de un robo decisivo sobre Punter, que dejaron a los malagueños a solo dos puntos. El empate a 84 y el pasaporte a la prórroga lo firmó Perry a falta de siete segundos.

Los cinco minutos de añadido le cayeron al Barça como un puñetazo en el estómago, aún medio aturdido por el repaso recibido. Unicaja no lo desaprovechó y tomó una rápida ventaja, que enjugó una vez más Punter con dos 3+1 seguidos que devolvieron la iniciativa al Barcelona (92-94 a falta de un minuto). Un triple descomunal de Carter puso de nuevo a Unicaja por delante, Punter volvió a empatar y Ejim anotó los dos tiros libres definitivos antes de que Taylor taponara el lanzamiento a la desesperada de Satoransky. Para entonces, el Martín Carpena ya era un delirio.