El Real Madrid pasa por el primer bache de la temporada

Los mejores momentos del Madrid llegaron gracias a Mario Hezonja, bien en ataque y en defensa, pero la actuación del croata fue insuficiente debido a la floja noche de los locales en el rebote y en el lanzamiento desde la línea de tres. El Madrid erró los primeros diez lanzamientos que intentó desde la larga distancia y acabó la noche con un horrible dos de 14.

Los rostros de los pupilos de Chus Mateo eran muy serios, pues el Fenerbahçe no hizo más que aumentar su ventaja según pasaban los minutos. Pero no deben desquiciarse los aficionados blancos, ya que la gestión de la derrota es muy importante a la hora de construir un equipo ganador. El Madrid está en un bache, sí, pero si sale de él, lo hará como un equipo mucho más fuerte.

Tavares ha vuelto, sus viscerales finalizaciones son de nuevo el omega de las jugadas del Real Madrid. Superada la recuperación de su lesión, el caboverdiano mostró su mejor versión en el inicio del partido ante el Fenerbahçe. Mates contrarrestados por el gran juego ofensivo de los turcos, renacidos tras la llegada de Jasikevicius a su banquillo. Calathes es el mago de antaño y Dorsey y Sanli sabían muy bien cómo aprovechar sus hechizos. La igualdad era la encargada de escribir el guion.

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Conseguían el aprobado los blancos en ataque pero, en defensa, eran incapaces de frenar las acometidas turcas. Poirier hizo dos faltas personales a los pocos minutos de salir a cancha, problema importante para la rotación de Mateo, mientras que el Fenerbahçe, liderado por Guduric y Biberovic, veía cómo su ventaja aumentaba de forma considerable tras conseguir un parcial de 0-9. Los locales mostraban síntomas de frustración, y los visitantes estaban encantados con la escena.

Sí salió el Madrid tras el descanso con un ímpetu renovado. Subió líneas en defensa, pudo correr a campo abierto y, cuando todo fallaba, era Hezonja el encargado de agitar la varita para desmontar a la defensa turca. Además, el croata también estaba fantástico en defensa, duro como la roca ante jugadores más corpulentos y rápido de pies cuando se emparejaba con algún exterior. Aunque el golpe fue duro, al Fenerbahçe le rescataron Hayes-Davis con un triple y Calathes con una genial penetración.

Las pulsaciones se dispararon después de que el propio Calathes y Campazzo, que llevaban todo el partido con roces, generasen un amago de pelea. Estuvieron bien sus compañeros a la hora de no seguirles el juego, de poner calma e instar a griego y argentino a que continuasen con el duelo.

No le sentó bien la tensión a los blancos. Pese a anotar su primer triple del partido tras fallar los diez primeros, obra de Llull el fin de la maldición, no consiguieron edificar en el último cuarto una defensa seria para propiciar una remontada.