Raquel Carrera, el eje de la nueva España

Con una plantilla renovada, con el liderazgo de incombustibles veteranas como Torrens y Ouviña y con el depurado y fresco libreto de Méndez, la selección renació y se coló, por méritos propios, en la final del Eurobasket del pasado verano. Hazaña incompleta porque, en la lucha por el oro, fue tumbada por una Bélgica gigantesca. Pero a nadie se le escapó que España volvía a infundir respeto en el mundo de la canasta.

Y en medio de esa explosión de buen juego y competitividad, destacó con contundencia Raquel Carrera (Orense, 22 años). La pívot fue la segunda máxima anotadora del equipo, sólo superada por Torrens, y su complicidad con la otra interior de referencia de la selección, Laura Gil, supuso todo un galimatías para sus rivales. Un dominante baloncesto que la gallega pretende repetir esta semana, en la que España se jugará su clasificación a los Juegos de París en un intrincado Preolímpico.

Como si de una prueba de fe se tratase, antes de viajar a Sopron, Hungría, donde España peleará con Japón, Canadá y con la anfitriona por un puesto en París 2024 (se clasifican las tres primeras), apareció la primera piedra en el camino. La base Silvia Domínguez, corazón y líder espiritual del grupo, confirmó que por primera vez desde 2013, no podría acudir a la llamada de la selección. Dificultad añadida que Carrera normaliza durante su charla con ABC. «Desde que nos clasificamos en verano, sabíamos que este momento iba a llegar. Hay mucho nivel, dificultades y va a estar complicado. Pero confiamos en nuestra unidad como grupo para conseguir el billete a París. Como dice el entrenador, será el trabajo diario y la concentración lo que nos permitirá tener éxito».

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Reivindica la gallega el juego interior español como arma, una maza que tendrá una nueva integrante en este Preolímpico, la estadounidense Megan Gustafson, que obtuvo el pasaporte el pasado julio. «Es una grandísima jugadora. Tenemos que pulir cosas, porque nosotras llevamos jugando juntas toda la vida y ella acaba de aterrizar. Pero aportará mucha riqueza al juego de pívots, estoy segura», confirma Carrera, con ganas de quitarse la espina en París de la decepción de Tokio. «No estábamos en una buena dinámica, hubo muchas cosas que no nos ayudaron. Pero nuestro papel en el Eurobasket permitió que el proyecto madurase. Nos costó entendernos porque había muchas jugadoras nuevas, y eso requiere tiempo. Pero estoy segura de que en el Preolímpico mostraremos de nuevo que somos una selección de lo más competitiva y, si pasamos, iremos a París a por todas».

Siempre con un tono alegre y con mucha carcajada en sus respuestas, la pívot de 190 centímetros resta importancia a su genial trayectoria pese a que, con solo 22 primaveras, ya ha sido nombrada mejor jugadora de la liga con el Valencia Basket, la más joven de la historia en conseguirlo. Números que le permitirán tarde o temprano desembarcar en la WNBA.

En 2021 fue elegida como número 15 del Draft, la posición más alta jamás conquistada por una jugadora nacional y, cuando ella desee cruzar el charco, defenderá los colores del New York Liberty. «Tengo un año más de contrato en Valencia, mi idea es tomar la decisión al final de cada campaña. Pero me hace mucha ilusión ir a la NBA. Nueva York es una ciudad especial, de mucho baloncesto».