Euroliga
Del pulpo de Lugo a la Final Four de Kaunas: el frenético año de Musa
El alero bosnio, con una carrera trepidante pese a sus 24 años, será uno de los principales argumentos ofensivos del Madrid ante el Barcelona
Lesiones, veteranía e ilusión: así llega el Madrid a la Final Four
Musa, durante la serie ante el Partizan
En una Final Four de la Euroliga mandan las cicatrices. Cuantas más tienes, más se acostumbra uno al caos que supone ponerle el lazo a una temporada de siete meses en tres días. Jasikevicius tira de humor ante las trascendentales preguntan de ... los periodistas; Bartzokas, técnico del Olympiacos, ni tiene ganas de responder; incluso Mike James, estrella del Mónaco, se burla cariñosamente de su propia hinchada cuando le preguntan por la marea griega que se desplazará a Lituania para apoyar a los suyos. «Estaría bien tener afición», ironizaba el letal anotador estadounidense.
En medio de toda esta veteranía, aparece Dzanan Musa, competidor nato, asesino baloncestístico con cara campechana. Un jugador que ha vivido toda una montaña rusa desde que salió de su Bosnia natal (previo paso por la NBA y el Efes turco) para llegar hasta aquí. Está a un paso de la gloria el alero pese a que tan solo hace un año estaba paseando por las calles de Lugo, donde era el ídolo de la afición del Breogán y donde practicó un baloncesto tan sobresaliente (MVP de la ACB la campaña pasada) que al más poderoso de Europa, el Real Madrid, no le quedó más remedio que ficharle.
Toda la mala leche (en el mejor sentido de la palabra) que Musa desprende sobre la pista, se difumina cuando se abren los micrófonos, encantado el balcánico de atender a las decenas de periodistas que lo persiguen por las entrañas del Zalgiris Arena. «En Lugo me regalaron la oportunidad de mostrar mi baloncesto y esa confianza que gané me dio la oportunidad de llegar hasta donde estoy ahora. Nunca olvidaré lo que la ciudad y el club hicieron por mí», explica el alero a ABC.
Está el bosnio encandilado con la Final Four, ansioso de asestar junto con sus compañeros una estocada histórica ante el Barcelona en las semifinales de hoy. «Es presión pero de la buena, de la que me gusta. Estamos en un gran momento, no hay fracaso, obviamente ganar es el objetivo. El Barça es un gran equipo, nos conocemos mutuamente y tendremos que darlo todo para pasar a la final».
Confianza
Pese a que su DNI indica lo contrario, Musa es ya todo un veterano, y muestra orgullo y confianza a raudales en su baloncesto. Al menos así lo demuestran sus estadísticas en su primer año vestido de blanco: máximo anotador en Euroliga (15,2 puntos por partido) e incluido en el mejor quinteto de la competición. «Estoy muy orgulloso de mi baloncesto, no tengo que demostrarle nada a nadie. Tengo que mejorar en muchas cosas obviamente, pero intento trabajar lo más humildemente posible para que mi nombre se respete en Europa».