Baloncesto

Una pistola, alitas de pollo y 50.000 dólares en propinas para estríperes: así se torció la carrera de Ja Morant

El medio estadounidense The New York Post ha filtrado los detalles de la fiesta del base de los Grizzlies en un club de Colorado

La NBA investiga a Ja Morant por llevar una pistola en un club nocturno

Morant, en uno de sus últimos partidos con los Grizzlies AFP

Cada día que pasa, la carrera de Ja Morant (23 años) parece volverse más oscura que la propia noche. El base de los Memphis Grizzlies, uno de los jugadores más mediáticos y talentosos de la NBA, posó hace una semana con un ... pistola en un directo de Instagram en lo que parecía una sala reservada de un club nocturno, una acción que ha propiciado que el jugador haya sido apartado del equipo hasta nueva orden. Pues bien, este domingo, el medio estadounidense The New York Post ha filtrado las imágenes y los testimonios de aquella noche.

Según las fuentes del citado medio, Morant llegó a Colorado el pasado dos de marzo con el resto de los Grizzlies para enfrentarse a los Denver Nuggets. El base aprovechó su estancia para ir junto a un amigo y dos guardaespaldas al Shotgun Willie's, un club de estriptis de la localidad de Glendale, a unos pocos kilómetros de Denver, del que es propietaria mayoritaria la esposa del alcalde de la ciudad Mike Dunafon y donde son clientes habituales artistas, personajes públicos y los jugadores de los Nuggets y de los Broncos (fútbol americano).

Allí, Morant, como se ve en las imágenes, contrató una sala privada durante tres horas, cuatro bailarinas, alcohol y una abundante cantidad de comida (alitas ahumadas con nogal, dos fuentes de tiras de pollo, patatas fritas y un bistec, como asegura el Post). Además, el suelo, casi en su totalidad, estaba cubierto de dinero en efectivo. «La música era muy gánster», aseguró uno de los presentes.

Pese a los excesos, la propietaria aseguró que el astro se comportó durante su estancia. «Ha sido excepcionalmente respetuoso. Hemos tenido a jugadores de Nuggets y Broncos irrespetuosos y desagradables, lanzando a las chicas fuera de las habitaciones», confirmó la dueña. Incluso llegó a dejar 50.000 dólares (unos 47.000 euros) en propinas. «Necesitarías un rastrillo para recogerlo todo».

Sin embargo, fue en la segunda visita del base al club donde la cosa se torció. Tras perder contra los Nuggets (113-97) el cuatro de marzo, encuentro en el que Morant se fue hasta los 23 puntos, el jugador volvió al Shotgun, donde, pese a no beber según los presentes, sí se paseó con un arma en la mano mientras hacía un directo en Instagram. La escena generó pánico en los asistentes y muchas quejas por partes de las bailarinas.

Cascada de polémicas

Morant, que el pasado verano firmó una renovación con los de Memphis de cinco años por 231 millones de dólares, ha acumulado un pantano de polémicas en los últimos meses. La liebre saltó el pasado 1 de marzo, cuando fue acusado de dar una paliza a un joven de 17 años durante una pachanga en la casa del propio Ja. Allí, según las declaraciones del denunciante, sus amigos se ensañaron con el chico e incluso Morant se metió en la vivienda para unos minutos después salir con una pistola enfundada en los pantalones.

El 29 de enero, durante un partido entre los Grizzlies y los Indiana Pacers en Memphis (victoria local 112-100), el base tuvo un enfrentamiento con el escolta de los visitantes Chris Duarte. Un amigo de Ja, Devonte Pack, y su padre comenzaron a jalear a los jugadores de los Pacers y a encararse con ellos, lo que conllevó que al primero se le expulsase del partido y se le prohibiera la entrada al estadio durante un año.

La cosa no se quedó ahí y, cuando miembros del staff de los Pacers subían al autobús en las inmediaciones del recinto, denunciaron que un láser rojo les apuntaba desde un coche. Se abrió una investigación de la liga porque, según los empleados de los Pacers, el coche era de Morant y el láser estaba acoplado a un rifle.

Por último, ha crecido la preocupación de los Grizzlies por su estrella debido a un hipotético problema con la bebida, más cuando hace poco se filtró un vídeo del jugador en un avión bebiendo una botella de alcohol a tragos. «Le queremos, queremos lo mejor para él, le apoyamos. Va a ser un proceso difícil, pero tenemos a un gran grupo para superarlo. Vamos a ir día a día. Esto va a ser un proceso de curación diario. No puedo comentar los pasos a seguir porque no hay unas fechas marcadas para la situación», reconoció su entrenador Taylor Jenkins, además de confirmar que ya habían hablado con Morant por su conducta y salidas de tono. No hay una fecha para su vuelta, pero lo cierto es que, como muchos antes que él, está coqueteando en demasía con el precipicio.

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