NBA

La NBA no sabe qué hacer con Green

El ala pívot de los Golden State Warriors, cuatro veces campeón, ha sido apartado de manera indefinida por la liga tras sumar su tercera agresión a rivales, expulsiones incluidas, en solo 15 partidos

La NBA suspende «indefinidamente» a Draymond Green

Draymond Green AFP

Lo cierto es que la NBA ya no sabe qué hacer con Draymond Green, cuatro veces campeón con los Golden State Warriors, uno de los competidores más feroces de la liga que, sin embargo, ha sumado su tercera agresión a un rival en ... solo 15 partidos disputados en la campaña 2023-24. Una situación que ha llevado al comisionado Adam Silver y a sus asesores a suspender de manera indefinida al jugador, una resolución inédita pero obligada ante un jugador que ha perdido el norte, que se ha consumido por su mal genio. La violencia se ha comido al grandísimo atleta que una vez fue.

El 11 de noviembre, durante un duelo entre los Warriors y los Cleveland Cavaliers, el ala pívot le robó el balón a la estrella de los de Ohio, Donovan Mitchell, para luego propinarle un empujón mientras subía a atacar. La acción le costó la segunda técnica y se fue directo al vestuario. Un hecho que se podría considerar normal dentro del convulso universo Green, pero sus salidas de tono fueron a más.

Solo cuatro días después, ante los Minnesota Timberwolves, agarró del cuello al pívot francés Rudy Gobert tan fuerte que incluso el grandullón de 216 centímetros acabó levantando la mano por falta de respiración. Los rivales y compañeros mostraban sorpresa y horror mientras el de Míchigan le hacía la llave al galo.

Y si aquel incidente ya le llevó a estar en la cuerda floja, su acción contra los Phoenix Suns, el pasado miércoles, fue demasiado. Mientras pedía el balón al poste ante el pívot bosnio Jusuf Nurkic, Green empezó a pedir falta de su defensor y, como los árbitros no hicieron nada, soltó el brazo e impactó en el rostro del balcánico.

«¿Qué le pasa? No lo sé. Personalmente creo que este hermano necesita ayuda. Estoy contento de que no intentara ahogarme... (en referencia al incidente con Gobert). Pero al mismo tiempo no tenía nada que ver con el baloncesto», declaró Nurkic, que recibió las disculpas públicas de Green poco después. «Como sabéis, no soy de disculparme por cosas que quise hacer, pero sí pido perdón a Jusuf porque no tenía intención de golpearle», admitió.

Sus tres agresiones, aupadas por su ya de por sí denso historial, han llevado a entrar a la NBA en terreno desconocido. En un comunicado, la liga aseguraba que el jugador tendría que «cumplir ciertos requisitos» antes de volver a las canchas. Mientras, la prensa estadounidense ya habla de que deberá acudir a terapia, preocupada la opinión pública americana por su salud mental. Además, cada partido que no juegue le privará de casi 154.000 dólares, unos 140.000 euros, que serán descontados de su cuantioso contrato (el pasado verano renovó con los Warriors por cuatro años y 100 millones de dólares).

Propinarle un pisotón en el pecho al pívot lituano Domantas Sabonis o darle una patada en los testículos a Steven Adams son algunas de las calamidades que Green ha permitido ver por televisión. Pero, sin duda, su gran losa siempre será la de darle un puñetazo en un entrenamiento a su compañero Jordan Poole hace poco más de un año. Y, al final, el magnífico jugador dejó de existir. Solo queda el volcánico y preocupante personaje.

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Anual
Un año por 15€
110€ 15€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
5 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 5 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios