El estreno soñado de Lorenzo Brown

El americano, cuya nacionalización exprés generó cierta controversia, es ya uno más dentro del vestuario. Una breve conversación con el capitán, Rudy Fernández –uno de los más críticos con su llegada al equipo–, supuró cualquier herida en el inicio de la concentración y fomentó una integración que ha sido sencilla gracias a su buen carácter y a su solidaridad dentro de la pista. Tímido en los primeros encuentros, Brown ha ido dejando a un lado su faceta como pasador para dar paso a una versión más ofensiva que vivió ante Bulgaria su momento álgido. La gran actuación del americano impulsó a España en un estreno plácido que no sirve para evaluar el nivel real del equipo, pero que al menos eleva la confianza general antes de encarar pruebas más exigentes.

«Me he sentido genial. Estos chicos me han hecho sentirme como en casa desde el principio y yo lo único que he hecho es aportar mi energía en la pista como me pide el entrenador», reconocía el base tras la victoria. Un triunfo que se cimentó en un parcial de 12-0 que rompió el choque en el primer cuarto. Arreón en el que Pradilla tuvo un papel fundamental y en el que la intensidad defensiva de Garuba y Rudy impulsó al resto del equipo. La bisoñez de Bulgaria permitió que todos los jugadores asumieran una cuota de protagonismo y por ahí pudo verse cómo Juancho Hernangómez y Jaime Fernández mostraban parte de la calidad que se les exige para que España pueda brillar en el campeonato.

Brown, que solo estuvo en la cancha 18 minutos, tuvo tiempo para anotar 17 puntos y repartir cinco asistencias. Destellos que dieron la vuelta al mundo. De Georgia a España, pasando por Estados Unidos, donde sus familiares vivieron el duelo de madrugada. «Era mi primera participación en un gran torneo de selecciones, así que me he asegurado de que todo el mundo en casa tuviera la información para poder ver el partido», señalaba el base, orgulloso. Palabras que encontraron la complicidad de Scariolo. «De hecho, había más familiares de Lorenzo viendo el partido online que aficionados en el pabellón», bromeaba el técnico.

El italiano aprovechó la rueda de prensa para echar el freno a la euforia. «Es un buen primer paso. Me quedo con algunas cosas de la victoria, pero hay otras muchas que tenemos que mejorar. La segunda parte ha sido muy irregular, hemos tenido muchos altibajos». Se refería Scariolo a la relajación defensiva que permitió muchas facilidades a su rival. De hecho, aunque España rozó su récord de anotación en un Eurobasket (está en 119), encajó también casi 90 puntos. Demasiados ante un conjunto muy débil como el Búlgaro.

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La consistencia es lo que más preocupa al italiano en estos primeros compases, pues eso marcará la solidad del equipo cuando lleguen los encuentro clave del grupo. «No me vale que uno anote si luego no defiende o que uno dé un pase bonito si le quitan un rebote de encima de la cabeza. Para esos jugadores que quieren acceder a la excelencia, eso requiere presencia en ambos lados de la cancha», apuntó el técnico.

La próxima cita de la selección será mañana ante Georgia (19.00 horas, Cuatro) y exigirá mucho más al equipo de Scariolo. «Normalmente me gusta jugar en ese tipo de entornos, con pabellones grandes y calientes. Seguramente a los jugadores con más experiencia también, pero el desafío es ver cómo nuestros jóvenes reaccionan a esta atmósfera y soy optimista, creo que les va a gustar jugar en una cancha llena», concluyó el italiano.