Baloncesto
Doncic y su récord que le convierte en leyenda de la NBA
El prodigio esloveno hizo el primer triple doble de la historia de la liga con más de 60 puntos y 20 rebotes para firmar una remontada imposible ante los Knicks
El Madrid sobrevive a Hakanson
Doncic, en su exhibición navideña ante los Knicks
Tiene 23 años y un pasado pletórico, precoz, lleno de hitos que cualquier buen jugador soñaría con alcanzar algún día en el mundo del baloncesto. Su horizonte en la NBA se intuye abrumador, porque solo un título de campeón le puede separar de los grandes ... nombres de este deporte a los que da vértigo citar. Sin embargo, mientras tanto, el presente de Luka Doncic, el camino que traza cada noche en la NBA, es digno de ser seguido. En la madrugada del día de los inocentes, el prodigio esloveno firmó una de esas noches inverosímiles propias de un personaje homerístico: con 60 puntos, 21 rebotes y 10 asistencias frente a los Knicks, Doncic se convirtió en el único jugador de la historia de la NBA en firmar un triple doble de tal magnitud.
Pero dejando a un lado los números, que por sí solos pasan ya a los libros pesados de la NBA, lo que permanecerá para siempre en la psique de los que vivieron el partido son los últimos 33 segundos del último cuarto. Dallas, ante su público y con los brazos ya bajados perdía de nueve (112-103), cuando un triple sin defensa, tensión ni ilusión de Wood les dejó seis abajo. En tal caldo de cultivo apareció Luka para culminar su obra magna. Tras otro triple de Dinwiddie, Luka sacó una falta personal cuando quedaban cuatro segundos y su equipo estaba tres puntos abajo. Al mismo nivel de locura que aquella exhibición desde la línea de tres de Tracy McGrady, Doncic metió el primer tiro libre, tiró a fallar el segundo, recogió su propio rebote y, totalmente desequilibrado, mandó el partido a la prórroga.
Hasta la pasada madrugada, James Harden había sido el único jugador en superar a históricos Chamberlain y Baylor y hacer un triple doble de 60 puntos (con 10 rebotes y 11 asistencias), pero la enésima noche mágica del canterano del Real Madrid marca un nuevo hito en una NBA que tiende a superar sus salvajadas noche tras noche. «Estoy cansadísimo, necesito una cerveza», señaló la estrella de los Mavs, tras su nueva exhibición.
Los New York Knicks fueron mejores en Texas, movieron la bola, dominaron el partido por medio de su escolta Quentin Grimes (33 puntos) y rozaron el triunfo ante unos Dallas Mavericks que sin Doncic son un equipo menor. Pero su presencia, su sombra, es demasiado alargada. Con un minuto final de ensueño, el balcánico mandó a la prórroga un partido perdido y, una vez allí, cerró una bonita epopeya que la ciudad donde brilló Nowitzki no olvidará (121-126).
Esta victoria asienta a los tejanos en la sexta posición del oeste en una temporada de vaivenes e irregularidades que Doncic mantiene a flote. Hay equipos mejores que Dallas, cuyo futuro en los grandes rondas de Playoffs parece ilusorio. Pero con Luka, soñar es más fácil.
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