Balas sobre la NBA: la leyenda Shawn Kemp, involucrado en un tiroteo

Según medios estadounidenses, el que fuera uno de los ala pívots más poderosos de la liga en la década de los 90, vio cómo su vehículo era asaltado mientras él estaba en un centro comercial de la localidad de Tacoma, en el estado de Washington, por unos ladrones que le quitaron varias pertenencias personales, entre ellas su móvil.

Kemp, cuando se dio cuenta del robo, geolocalizó su teléfono (una opción habitual que suelen tener los smartphones) y tras encontrar a los asaltantes, aún en su vehículo y en el mismo aparcamiento del centro comercial, estos comenzaron a disparar contra él, acto que provocó que Kemp respondiera al fuego con una pistola que en ese momento llevaba encima. Según el informe policial, nadie resultó herido.

El bólido de los ladrones se dio a la fuga tras el intercambio de disparos y poco después, Kemp ingresó en prisión, donde pasó la noche para ser puesto en libertad este viernes debido a que, según las autoridades, «actuó en defensa propia», una «justificación razonable» en palabras del abogado del exjugador, pues según la versión de Kemp fueron los ladrones quienes abrieron fuego en primer lugar.

Kemp, de esta manera, suma una nueva muesca a su lista de irregularidades extradeportivas, unas que ya le asediaron durante su etapa en los Sonics, con los que llegó a ser uno de los mejores jugadores de la NBA, seis veces All-Star, y donde se llegó a decir que tenía problemas con el alcohol y una agitada vida sentimental (la leyenda habla de que tiene once hijos en nueve relaciones diferentes).

La lista es tan larga como peliaguda. Al ya mencionado caso de Ja Morant, duro golpe para la liga al tratarse de uno de los jugadores más mediáticos del mundo, se le suman otros como el de Kevin Porter Junior, actual escolta de los Houston Rockets, que en 2020 fue detenido por posesión ilegal de armas (iba en su coche con una pistola cargada), o el del exbase de los Minnesota Timberwolves Sebastian Telfair, que llegó a ser condenado a tres años y medio de cárcel por el mismo delito que Porter. Incluso Charles 'El Gordo' Barkley reconoció que durante su etapa como jugador llevaba una pistola todo el tiempo porque se sentía «más seguro».

Un problema que se extiende hasta la liga universitaria. La pasada semana, la estrella de Alabama Brandon Miller, uno de los grandes proyectos del país, con muchas opciones de ir a la NBA, se vio involucrado en un asesinato. Le dio un arma de fuego a un compañero de equipo, la cual fue usada para acometer el asesinato de un joven de 23 años, aunque parece que finalmente no habrá cargos contra el prometedor alero.