El Unicaja derriba la resistencia del Zaragoza

Comenzó fuerte el Zaragoza, dejando claro que no había venido a Málaga para hacer de comparsa. Es de piedra el equipo cincelado por Fisac, cuya tercera posición en la ACB no es una casualidad. A pesar de las bajas, el conjunto maño fue capaz de brillar en los primeros minutos del Carpena , donde llevó la iniciativa desde el principio. El acierto de DJ Seeley (18 puntos en la primera parte) catapultó a los de rojo, lo que obligó a Casemiro a pedir tiempo muerto (9-16, min. 5).

Los triples de Adams impulsaron la remontada del Unicaja , al que el público acunó durante varias fases del partido. La entrada de Guerrero y Carlos Suárez equilibró la batalla interior, por donde el Zaragoza había hecho mucho daño hasta ese momento. Dominio reboteador que igualó el Unicaja con el pundonor de la pareja de españoles. Fueron ellos, y la defensa asfixiante de Alberto Díaz , los que obraron la primera ventaja verde (33-31, min. 15), aunque le duró poco la alegría al Unicaja. A la inspiración de Seeley se unieron Vázquez, Ennis y Benzing que, con cuatro triples consecutivos, enviaron el choque al descanso con siete puntos a favor del Zaragoza (41-48).

La maldición del anfitrión , esa que persigue a todos los equipos desde 2002, volvía a golpear de lleno. Lo sabía el Unicaja, que buscó sobreponerse tras el paso por los vestuarios. Le costó bastante y solo lo consiguió cuando Seeley tuvo que irse al banquillo tras cometer su tercera falta personal.

La ausencia del jugador le pesó al Zaragoza , que pasó de mandar por nueve puntos (45-54) a perder por seis al final del cuarto (69-63). Fue un parcial brutal que tuvo a Brizuela como protagonista, autor el ex del Estudiantes de nueve puntos en ese intervalo. La ventaja aumentó más en el último periodo. Ocho puntos que se celebraron en el Carpena como una victoria temprana (80-72, min. 34).

No contaban con la resistencia maña, que se agarró a la muñeca de Seeley para volver a engancharse al encuentro (83-82, min. 37).

Era la hora de los valientes y, ahí, Alberto Díaz es de los que no suele fallar . Se crece el base del Unicaja en los momentos clave y ante el Zaragoza lo hizo para anotar un triple fundamental y para agobiar a San Miguel con su defensa (88-82, min. 38). Le pesó al equipo maño ese final apretado en el que cometió errores de bulto que le impidieron luchar por el triunfo. Victoria que se quedó en Málaga y que aplaza la maldición del campeón, al menos, hasta semifinales.