El Valencia Basket vuelve a sonreír

La agresividad defensiva y el ímpetu de Mike Tobey puso en marcha al Valencia que, aunque algo espeso en el ataque estático, se hizo con la iniciativa del juego ante un FC Barcelona muy fallón en la circulación . Eso sí, dos triples de Víctor Claver en su primer regreso como rival a la Fonteta, permitieron al conjunto catalán minimizar los daños.

Pero el Valencia mantuvo la constancia. La salida de Diot y Sato le dio un nuevo empuje pero la falta de confianza en el tiro no le dejó despegar en el marcador. El francés liberó a su equipo con su alegre dirección y un par de tiros exteriores le dieron su mayor ventaja (25-20, m.15).

Inesperadamente fue Diagne quien sostuvo al Barça . El interior tuvo una discreta entrada en el choque para sustituir a Tomic y eso despistó a la defensa valenciana que se despistó y le dejó el camino libre en dos ocasiones. En las dos acabó con un mate pero el segundo fue tan violento que rompió el tablero y hubo que parar el choque unos diez minutos para cambiar la canasta.

El parón no alteró la dinámica y al Valencia le bastó su seriedad defensiva y cierta ambición en el rebote ofensivo para llegar al descanso con su máxima renta (35-29, m. 20).

Salió el Barcelona más metido en defensa en la segunda mitad, pero el Valencia lo aprovechó para sacarle faltas y entrar pronto en 'bonus' y el equipo visitante tuvo que aflojar. Aún así, los locales supieron vivir de los tiros libres.

Un par de acciones de Rice insuflaron ánimo a los visitantes pero no fue suficiente para desmontar la defensa local que controló bien los ataques blaugranas, tan faltos de ideas como de confianza (51-43, m.30).

Trató Georgios Bartzokas de cambiar el guión del choque situando a Claver de 'cinco' y aunque le dio nervio a su equipo no fue suficiente para minar la moral de los locales. El Valencia se mantuvo firme , atacó el rebote ofensivo y de la mano de Pierre Oriola obtuvo premio a su ambición (59-48, m. 34).

El interior catalán convirtió el duelo en un 'uno contra uno' con Tomic y salió claramente ganador. Tanto que sus puntos, bien reforzados por el control del rebote en ambas canastas, permitieron al Valencia romper el choque al ponerse quince arriba a falta de tres minutos.

Ya solo tenía que dejar pasar el tiempo y seguir alimentando al inspirado Oriola para ganar el choque y, además, recuperar el 'basket average' particular.