Suárez guía al Unicaja al triunfo

El Unicaja, magistralmente guiado por Carlos Suárez (12 puntos, 9 rebotes, 8 asistencias y 24 de valoración) y con el finlandés Sasu Salin muy atinado -máximo anotador con 16 puntos-, llegó a tener una renta de 17 puntos (43-26, descanso), pero el Barcelona Lassa reaccionó y vendió cara su derrota, que llegó con esa última canasta de Augustine y una posterior falta en ataque pitada a Claver.

La igualdad fue la tónica reinante en un primer cuarto en el que los malagueños salieron a morder, pero se encontraron con una férrea defensa barcelonista y con numerosos errores en el tiro, lo que hizo que este parcial se cerrara con un ajustado 17-16 gracias a un triple de Salin a falta de 11 segundos para la bocina final.

El segundo fue un revulsivo para los cajistas, pues el equipo de Joan Plaza resurgió de sus cenizas e impuso su ley desde la línea de 6'75 gracias a un acertadísimo Salin y a un imperioso Carlos Suárez, que llevó al extremo su papel de capitán y dio alas a su equipo (36-20, m.16).

El conjunto local empezó a gustarse, aumentó la intensidad y ejerció una defensa que neutralizó al cuadro catalán, que llegó al descanso con una desventaja de 17 puntos, ya que el serbio Nemanja Nedovic sentenció con un triple a falta de 55 segundos (43-26).

Sin embargo, el regreso al parqué en el tercer tiempo enmudeció al José María Martín Carpena, que vio cómo al Unicaja se le apagó la luz ante un Barcelona crecido y confiado en la pista malacitana.

Adrian Moerman y Ante Tomic comenzaron la remontada y el excajista Edwin Jackson, con una suspensión, puso a los culés a 9 puntos (45-36, m.23). La sangría fue cortada por Nedovic, pero el Unicaja acabó contra las cuerdas y el electrónico fue fiel testigo de la caída del cuadro verde en el penúltimo cuarto (55-55, m.30).

El encuentro se puso cuesta arriba para los de Plaza, que, de vencer por casi 20 puntos, pasaron a perder su ventaja y se encomendaron a los diez últimos minutos para protagonizar la remontada.

La respuesta vino, de nuevo, por parte de Salin y de Alberto Díaz, que en forma de triples colocaron a los malagueños por delante (65-61, m.35).

Los últimos minutos fueron vibrantes, pues a falta de tres Nedovic, desde la los 6'75, colocó el 70-67 y Petteri Koponen le devolvió el gesto para poner las tablas (70-70).

El choque se resolvió en el último suspiro, cuando un palmeo del ala-pívot estadounidense James Agustine acabó con el infarto instaurado en la grada con un ajustado 80-78, ya que a dos segundos de la conclusión le fue pitada una falta en ataque a Víctor Claver en una jugada muy protestada por el Barcelona, aunque los árbitros confirmaron su decisión tras visionarla en vídeo.