El último viaje de Pau Gasol con España

Ayer, en la puesta de largo del equipo -llevan ya entrenando desde el sábado-, a Gasol se le veía inquieto. Casi como si fuera un debutante. Por momentos podía sentirse así. Habían pasado 1.380 días desde la última vez que jugó con España. Una espera demasiado larga. Imprevista cuando acabó aquel Eurobasket de 2017 en el que los focos apuntaron a su amigo, Juan Carlos Navarro. El día de la retirada del capitán, el jugador que más veces ha vestido la camiseta de España, pudo haber sido también el del adiós de Pau, al que un calvario de lesiones ha estado a punto de jubilar sin haber defendido de nuevo el escudo nacional. Podrá hacerlo, finalmente, en los próximos días, cuando comience la gira de preparación de los Juegos en los que el catalán se despedirá de la selección como siempre había soñado. Porque Tokio 2020 era desde hace tiempo su horizonte final con España . Camiseta que volvió a lucir ayer en la sede de Endesa junto al resto de sus compañeros, que pondrán rumbo a Japón dentro de tres semanas. Regreso y final. Última cita con la familia. «Ponerse esta camiseta de nuevo es un orgullo. Ser parte de este grupo siempre es un placer y tengo mucha ilusión y ganas de volver a estar con el equipo. Sin duda el trabajo de estos dos últimos años ha merecido la pena, he trabajado mucho y los resultados han sido magníficos. Estoy muy contento de tener esta oportunidad», señaló ayer Pau, que disputará en Tokio sus quintos Juegos.

Hasta entonces, el WiZink Center de Madrid será el cuartel general del grupo de 18 jugadores que Scariolo ha concentrado desde el pasado fin de semana y del que saldrán los doce elegidos para Tokio. Un equipo potente y reconocible, en el que no falta nadie de los habituales -hace tiempo que Ibaka y Mirotic dejaron de serlo- y al que se han sumado jóvenes notables que aspiran a ocupar un sitio entre esa docena final como Garuba, Abalde o López-Aróstegui. Va con todo España, que viene de ganar el Mundial con un grupo lleno de ausencias y que tratará de alcanzar el olimpo dorado en Tokio. La última gran barrera de esta generación inolvidable que tratará del lograr el oro en el último servicio de Pau Gasol al equipo nacional. «No soy muy de los de firmar las cosas antes, pero el oro si lo firmaba . Aun así, las medallas hay que ganárselas. No las regalan y las olímpicas, menos. Ojalá que podamos acabar con una al cuello», señaló ayer el catalán, feliz por volver a estar rodeado de sus amigos.

Una situación familiar para él y a la vez tan diferente. No será el mismo Pau de hace cuatro años y eso también lo sabe Scariolo. El día de la convocatoria, el italiano dejó claro que el papel del pívot ya no sería de protagonista . No al menos como venía siendo costumbre hasta ese Europeo de 2017, su última aparición con España. Casi cuatro años después de aquel campeonato, las cosas han cambiado mucho y el cuerpo de Pau exige un cuidado mucho mayor. «Debemos mimarle si queremos que rinda bien en el tiempo que esté en la pista», explicaba el seleccionador. Es la única forma de exprimir el último jugo al pívot, camino de los 41 años -los cumplirá el próximo 6 de julio- y muy cerca de la retirada.

La de este verano en Tokio lo será al menos con la selección. Si cuelga definitivamente las botas solo lo decidirá una vez que regrese de los Juegos. «Va a ser mi último campeonato con la selección . Una vez acaben los Juegos valoraré el futuro, pero puedo decir con certeza que este es el último torneo con este equipo que me ha dado tanto y con el que he vivido momentos maravillosos», apuntó el pívot, que no se cierra a continuar un último año con el Barcelona. Complicado, pero no imposible.

En este último viaje, Pau estará acompañado por los de siempre. Por su hermano Marc , otro de los referentes tras una temporada irregular, y también por Rudy Fernández , que seguramente se suba al podio de los que más veces han vestido la camiseta de España al superar a Felipe Reyes. Sergio Rodríguez, Llull, Claver o Ricky Rubio serán otros de los habituales que se han sumado a un último periplo en el que ya irrumpen jóvenes como Garuba o Alocén .

Caras nuevas que ilusionan también al propio Pau Gasol , que les invita a «entrar con fuerza y desparpajo y a aportar energía para ganarse el sitio». Un sitio que él dejará en unas semanas, pero que quiere disfrutar al máximo.