El Real Madrid se pone las pilas

Randolph saltó al partido desatado. Diez puntos en 3.30 minutos (13-2) fueron su tarjeta de presentación ante el Alba Berlín.

Esto unido a la buena defensa madridista que anuló casi por completo a Peyton Siva y Rokas Giedraitis, las figuras de los berlineses, hizo que el marcador se disparase, 16-5 (m.5) y 21-7 (m.6.30).

Pablo Laso acortó las rotaciones teniendo en cuenta la exigencia física de la primera semana con doble jornada de Euroliga, y cerró el primer cuarto con un claro 28-14.

La entrada de Nicolás Laprovittola no le sentó bien al Real Madrid. El base argentino todavía no ha encontrado la tecla del juego del equipo blanco y la falta de confianza suya y la de sus compañeros se notó en la pista.

Laso intentó ir recomponiendo el equipo, pero ni en defensa ni en ataque volvió a encontrar el ritmo de los primeros minutos del partido.

El Alba de Aito García Reneses no perdió los nervios ante las desventajas y poco a poco fue encontrando su juego, con buenos tiros, con Martin Hermannsson al volante del equipo, y con un Makai Mason que consiguió una 'mandarina' en el último segundo antes del descanso, 42-38.

El parcial de 14-24 del segundo acto habla bien a las claras de lo sucedido. Por no entrar en más detalles, el equipo español se apuntó 10 asistencias en el primer cuarto y sólo 3 en el segundo.

El Real Madrid volvió al partido, tras el paso por los vestuarios, con el quinteto titular, como es habitual en Laso, pero no regresaron las mismas sensaciones. El Alba, metido de pleno en la pelea tras endurecer su defensa, empató el partido a 48 (m.23) y volvió a hacerlo a 53 (m.25.30) tras una mínima reacción local.

El partido se entretuvo en fallos, errores y juego en las trincheras hasta que dos tiros libres de Johannes Thiemann dieron la primera ventaja a los berlineses, 53-55 (m.27).

El Madrid elevó su tono defensivo, lo que le permitió cerrar el tercer acto con el marcador a favor, 64-56, tras un parcial de 11-1 en esos 3 minutos, con triple final de Sergio Llull.

En el cuarto definitivo, el Real Madrid tiró de experiencia, y de un Usman Garuba que cada día va a más, para volver a la decena de puntos de ventaja, 71-61 (m.33), al tiempo que al Alba Berlín le comenzaron a temblar las rodillas.

No soltó la presa el Real Madrid. Aseguró el rebote, apretó los dientes en defensa y evitó las pérdidas de balón para volver a la senda de las victorias. Aunque todavía sin ritmo de crucero en el juego, los madridistas se pusieron las pilas para conseguir el 85-71 y que la victoria volviera a caer de su lado.