El asalto tranquilo de LeBron James

Tras quitarse el peso de la historia de encima, LeBron optó por bajarse del tren de los Juegos Olímpicos para centrarse en su nuevo reto. Si además de ser el «héroe de Akron» quería ser el mejor jugador de la historia debía concentrar esfuerzos. Alos 31 años, el alero de los Cavaliers mantiene vivo el sueño de alcanzar los seis campeonatos de Jordan y a esa tarea se ha encomendado. El «23» pasó buena parte de la pretemporada haciendo piña en su restaurante de Akron. Las cenas con parte del equipo han sido una constante , consciente de la importancia del grupo frente al fichaje de Durant por los Warriors. Aquella decisión del ex de los Thunder le dio a LeBron la motivación extra que necesitaba para asumir el reto.

Aunque apenas ha habido renovación en el vestuario –solo hay tres caras nuevas respecto al año pasado–, los Cavaliers son mucho mejor equipo que el que se proclamó campeón hace unos meses. La llegada de Korver y Deron Williams ha dado un impulso exterior a los Cavaliers, adormilados durante la fase regular e implacables durante los playoffs. Solo los Celtics han evitado su pleno de victorias y aún así las apuestas no les dan como favoritos.

«Esto de ir de víctimas me divierte», asume Kevin Love . El pívot –17 puntos y 10 rebotes por partido en playoffs–, que el año pasado apenas jugó por una lesión, está mejor que nunca desde que llegó a Cleveland y es, junto a LeBron y Kyrie Irving, la esperanza del éxito de los Cavs, que acuden a la final con un perfil bajo en busca de dar la sorpresa y perpetuar su dinastía en la NBA .