El Madrid, en caída libre antes de una semana clave

En solo tres meses, el Madrid ha pasado de dominar el baloncesto continental a ser un equipo frágil capaz de perder en cualquier cancha. Al mes de enero llegaron los blancos líderes de todo, con una racha de 16 victorias seguidas y solo una derrota. Carta de presentación con la que acudieron al primer clásico liguero de la temporada, donde toda esa solidez saltó por los aires. Aquel partido supuso el principio de la crisis para los de Laso, que desde entonces han entrado en una especie de bloqueo mental que les ha llevado a convertirse en un equipo vulgar y sin alma .

En Tenerife, el Madrid jugó un partido aceptable durante casi media hora, pero se deshizo en el último cuarto, dejando escapar una renta de diez puntos antes de verse arrollado por el equipo de Vidorreta. Le había pasado algo similar en la Euroliga días atrás, cuando perdió en Tel Aviv tras encajar un parcial de 10-0 en los cinco minutos finales ( 75-74 ). Era su séptima derrota europea en nueve partidos. Tropiezo gigante que no ha tenido mucha incidencia en la clasificación por el colchón que los blancos habían acumulado en la primera vuelta, pero que deja muchas dudas a solo dos semanas de los playoffs. Ahí llegará el Madrid con el factor cancha a favor –lo tiene asegurado desde hace unos días–, pero como víctima propiciatoria para cualquiera de los posibles rivales. El lobo convertido en oveja.

«Como entrenador en estas situaciones te quedas o muy jodido por los malos momentos que nos han costado la derrota o piensas que el equipo ha trabajado durante muchos minutos a un buen nivel. Intento ser de los segundos. Debemos pasar página y pensar en el complicado partido que tenemos el viernes ante el Bayern», explicaba Laso , al que por momentos se vio muy enfadado en la banda del Santiago Martín. Las lesiones han hecho mucho daño al equipo, que adolece de un líder que asuma la responsabilidad en los momentos clave.

Varias de las derrotas sufridas en este infausto 2022 para los blancos han llegado por no saber gestionar los finales apretados . Donde antes había nervios de acero, ahora solo aparece la improvisación. Ataques precipitados y un mar de dudas.

Con ellas llegará a ese duelo decisivo del viernes en el que se juega la segunda plaza ante el Bayern y también al clásico del domingo. El sexto de la temporada ante el Barcelona, que ha ganado todos los duelos ante los blancos menos el disputado durante la Supercopa de España. Con todo en contra llegará el Madrid al Palau, en una situación límite que recuerda mucho a la que atravesaban los azulgranas en enero. Entonces, con el WiZink de testigo, los de Jasikevicius traspasaron la crisis a su rival y comenzaron un ascenso que no ha encontrado su límite y que hace aún más dura la crisis de los blancos, cuya caída no parece haber tocado fondo.