Jasikevicius-Laso, duelo de estrategas en la Final Four

«Me gustaría un huevo que pesase la experiencia, pero eso no te hace ganar», asegura Laso tras el último entrenamiento del Real Madrid antes de viajar a Serbia. Asume el técnico vitoriano su séptima Final Four desde que llegó al banquillo blanco hace 11 años, un trayecto en el que, como él mismo reconoce, ha cambiado mucho. Con un toque melancólico, y ante la avalancha de preguntas que los medios le lanzan, el técnico se acuerda de los hombres que ya no están, como Andrés Nocioni o Felipe Reyes (este último viajará con el equipo pero de traje y no de corto), jugadores más que importantes en las últimas dos Euroligas conquistadas por el Real Madrid, en 2015 y en 2018.

Laso, aunque tiende a restarle importancia ante los micrófonos, transita por una de las temporadas más complicadas desde que está en el Madrid, un camino de tojos en el que sus pupilos, ya sea por lesiones, Covid o problemas internos ( Heurtel y Thompkins siguen apartados de la rotación), coquetearon en más de una ocasión con pincharse de más. Es por eso que ahora, ya pasado el bache y tras el subidón que significó el autoritario pase ante el Maccabi, Laso prepara un plan de partido contra el Barcelona basado en el abanico defensivo de su equipo y en «no tocar demasiadas teclas», pero avisa: «Siempre hay alguien al otro lado intentando ganarte».

Ese alguien es Sarunas Jasikevicius. Laso, además de por la cascada de títulos que ha traído a Madrid, siempre fue muy bien considerado porque ante el Barcelona su equipo casi siempre desprendía una contundente superioridad. Una tendencia que, desde la llegada del lituano al banquillo azulgrana, ha cambiado radicalmente. Con el báltico, 11 de los últimos 14 clásicos han caído para el bando catalán (cinco de cinco en el WiZink), además de revertir en su favor la supremacía en cuanto a trofeos, pues el Barcelona, desde el verano de 2020, ha llegado a todas las finales (6) y ha conquistado tres trofesos.

«Les hemos ganado los últimos partidos, el Madrid tendrá mucha hambre», aseguró en la previa Jasikevicius , un sargento de hierro en la pista con una contundente sensibilidad humana fuera de ella, que ha conseguido construir un Barça ambicioso, coral y pasional con un incalculable añadido artístico cuando Laprovittola acomete sus diabluras sobre el parquet. Un proyecto liderado por Nikola Mirotic , jugador mejor pagado de Europa, que destila la sensación de que ha nacido para ganar la Euroliga, trofeo que no vuela a Barcelona desde 2010.

Ferran Martínez , exjugador del Barcelona y de la selección española), refuerza la teoría de que los entrenadores serán decisivos. «Han sido exjugadores de los equipos que ahora entrenan, tienen esa capacidad de meterse en la piel del que está en la cancha. Son grandes motivadores y deberán minimizar errores de los suyos, los pequeños detalles son los que marcan la diferencia», analiza para ABC el campeón de Europa con el Joventut (1994). Además, Martínez también augura que el duelo de estilos será evidente: «El Madrid intentará imponer su físico mientras que el Barça vive de los toques de genialidad de su ampliaplantilla. Lo que es seguro es que será un partidazo».