Hermannsson despierta al Valencia y le corta las alas al Khimki

Pese a que se esperaba un enfrentamiento de muchos puntos, el encuentro arrancó con una cascada de fallos, aunque repartidos casi por igual. Fue la aportación del banquillo, con un Derrick Williams serio y un eficiente Nikola Kalinic, la que dio al Valencia la iniciativa (16-13, m.10).

La entrada de McCollum permitió al conjunto ruso engancharse al choque pero fue un espejismo por el pésimo porcentaje de sus compañeros y, sobre todo, por las enormes facilidades defensivas que dio el equipo ruso.

La entrada de Martin Hermannsson permitió al Valencia explotar esa situación, abrir hueco en el marcador sin apenas esfuerzo y dominar a placer el choque. Tan tranquilo estaba, que Jaume Ponsarnau hizo regresar a Joan Sastre tras más de dos y medio fuera del equipo por lesión y la renta siguió creciendo (45-29, m.20).

Regresó el Khimki dispuesto a morder algo más en defensa y, aunque un par de triples de Klemen Prepelic le hicieron dudar, vio premiada su mejor actitud rebajando su desventaja de veinte a nueve y obligó el técnico local a pedir un tiempo muertos (53-44, m. 25).

Pero ni su arenga ni la rotación consiguió despertar a un sorprendido Valencia que encajó un parcial de 4-21, que vio cómo su ventaja llegaba a ser de sólo tres puntos y que sólo reaccionó en los últimos segundos del tercer cuarto con un par de acciones de Hermannsson (59-52, m.30).

El base islandés siguió dinamizando el atascado ataque local con la ayuda de Van Rossom y alimentando a Tobey y Williams y aunque el repentino acierto desde la línea de tres del Khimki volvió a estrechar el marcado una nueva canasta de Hermannsson y un par de fallos de un desconocido Alexey Shved permitieron al Valencia cerrar el choque sin sufrir aunque con menos ventaja de la esperada.