Eurobasket
España tira pronto de comodines
Tras dominar a Polonia, acabó cercana a la angustia en su debut en el Eurobasket
España tira pronto de comodines
España, potencia mundial en el asunto de la canasta, aporta a sus platos ambigüedad, posibilidad de lecturas antagónicas, tendencia a la experimentación. En su anterior festival gastronómico en Estambul, sus propuestas acabaron devueltas a la cocina. Ayer inició sus apariciones en los fogones lituanos con ... disparidad de opiniones. No se lució para contar con una materia tan exquisita , la que más, de cuantas reposan en la despensa del Eurobasket, pero acabó superando la prueba con corrección. Sin más. Aunque su tendencia al jaleo parece irremediable, cuenta con gourmets que dominan el oficio como nadie. Parece, pues, inviable que con los Gasol o Navarro en su nómina se escape un partido como el de ayer. [Narración y estadísticas]
Es más de lo mismo respecto a otras apariciones de España, en este debut teñida de blanco, color que, paradójicamente se le atragantó a Rudy Fernández . Es el balear pasto de una extraña alergia. Ya la padeció en el Mundial y sus consecuencias han reverdecido en la gira preparatoria de este Eurobasket. Y ayer. De repente, su cuerpo se llena de ronchones, la respiración se convierte en un lamento y el jugador queda K.O. Resultado: únicamente 12 minutos en pista.
Pero no fue ese el problema que convirtió a los de Sergio Scariolo en agobiados competidores después de haber tenido opciones para romper el encuentro. No fraguó la masa y los intentos de construcción se vinieron abajo. Con cuatro bases en la plantilla, fue el recién llegado, Sada, quien impuso la cordura en el segundo cuarto, culminando los mejores momentos de una España , entonces, clara dominadora. No por juego o rigor, sino por la calidad inabarcable para los polacos de los Gasol y Juan Carlos Navarro. Pau y la «Bomba» abren debates constantes sobre quién es mejor, más decisivo, un jugador letal, vaya. Todo apunta al empate técnico.
Cuando las rotaciones se manifestaron surgió un equipo desconocido. Primero porque se pudo ver en acción a tres pequeños (Sada, Navarro y Llull). También porque Scariolo le dio minutos como alero a Claver, que el valenciano volvió a dilapidar aunque su jefe valorara positivamente la defensa sobre Kelati. Y, sobre todo, porque a la defensora del título se la percibió sin timón, intensidad, fortaleza, decisión, aplomo. Sólo así se explica que la versión más indolente de Polonia se viera inoculada de orgullo, ambición y fe en dar la primera campanada en el carrillón lituano.
Gasol y Navarro al rescate
Superado en el rebote, con aportaciones testimoniales en la anotación de los hombres de banco (sólo 11 puntos), sin que ninguno de sus cuatro delineantes hiciera pasar la bola por el aro, acomodado en la recolecta desde la línea de castigo —lanzó 46 tiros libres—, el séquito de Scariolo se desmembró. De las sonrisas furtivas se pasó al agobio indisimulado. Una banda la polaca, pero con un par de ya saben qué. Su decisión activó la cuota de potra con dos triples-chufas sobre la bocina del final de posesión.
Un acierto desde la línea de triple de Pau Gasol, siempre él, supuso la primera bocada de Ventolín. Un 2+1 suyo fue requerido con urgencia para que la ventaja se alejara de una opción de triple. Angustia. 80-78 a 17 segundos. Inverosímil. La sangre no llegó al río. Ya saben gracias a quién. Pau Gasol y Juan Carlos Navarro, 52 puntos entre ambos. Demasiado pronto para recurrir a los comodines.
Noticias relacionadas
Ver comentarios