El Barça rompe su mala racha como visitante

Un gran Chris Singleton, que sí tomó las riendas esta vez a base de triples, rebotes y atino en el tiro (18 puntos), lideró a un Barça Lassa en que también destacaron Ante Tomic (17) o Thomas Heurtel (13) en la victoria, de mucho valor por los problemas lejos del Palau Blaugrana que arrastraba el equipo, ahora con un balance de 2-2.

El parcial del último cuarto (7-21) acabó con las esperanzas de un Darussafaka (1-3 en la clasificación) que había ido de menos a más pero que, cuando tocaba dar el golpe sobre la mesa, se dejó robar la cartera por un Barça Lassa muy serio, bien asentado en la pista, que se obcecó en dar continuidad al 5-0 que tiene en la Liga Endesa y al buen trabajo contra el Bayern de Múnich en la última jornada.

Los blaugranas cuajaron una buena primera parte, dominando al rival en cuanto a frenar su velocidad al contraataque y ello pese a no destacar en el rebote defensivo. Una gran defensa, no obstante, y el atino ofensivo de un Ante Tomic pletórico permitió a los de Pesic escaparse en el marcador.

Llegaron a ganar los blaugranas de 11 puntos en el primer cuarto, de 10 en el segundo cuarto, pero a la hora de la verdad fallaron y el infortunio se cebó con ellos, como cuando sobre la bocina del descanso anotó Demir un triple desde la línea de tiros libres de su campo para poner el 40-47 al descanso.

Buena ventaja para los blaugranas, aún así, aunque ese triple afectó en la parte moral a ambos equipos. Entre el final del segundo periodo y el inicio del tercero el Darussafaka logró un parcial de 12-0, y ahí empezó el declive catalán. Subió la defensa el equipo turco, también la intensidad, y el Barça se perdió al verse superado en todos los aspectos físicos.

Con un Pau Ribas muy desafortunado, Chris Singleton que era el mejor pero estaba agotado, se le fundieron las ideas a un Barça que pagaba el hecho de no haber 'matado' el partido. En cuanto se ponían con +10, el equipo local reaccionaba y frenaba al Barça, cogiendo ánimos de paso. Y así, a la que se pusieron por encima, intentaron a base de fuerza escaparse.

El tercer parcial fue demoledor (24-11) para los blaugranas. Las dudas del pasado lejos del Palau Blaugrana, la irregularidad y el ser incapaces de no darle la espalda al partido, hizo que en combinación con una clara mejora del juego del Darussafaka el partido cambiara por completo, pasando de un -7 a un +6 en el tercer periodo para los locales.

La rápida reacción del Barça en el último cuarto, que abrió con un 0-8, dejó un partido nuevo, disponible para ambos equipos. Y en él supo sufrir el Barça, para aguantar el tipo y, cuando se le acabó la inspiración y la gasolina al Darussafaka, tirar Singleton de nuevo y de Heurtel para tomar un fuelle (69-76 a falta de dos minutos) que acabaría siendo clave en ese último parcial fulminante.