Singler toma el mando en el Madrid

Un triple de Sergio Llull y otro de Kyle Singler abrieron la primera brecha en el marcador (2-6), aunque Bernard Hopkins llevó las riendas de su equipo con siete de los primeros 13 puntos que mantenían al equipo vivo (9-13, min. 5).

Fueron unos momentos algo confusos para el Real Madrid, pues Carlos Suárez se tuvo que retirar en el minuto 3 con una lesión bastante aparatosa en un lance fortuito del juego, pero pronto se notó la superioridad en la zona y el primer periodo finalizó con una cómoda ventaja (13-24).

Como es habitual, al conjunto compostelano le tocaba remar contra corriente, más si cabe con dos canastas más del equipo blanco que ponían en el 10' a su rival con 15 puntos de renta (13-28) esperando a que otro veterano rejuveneciese.

Fue Oriol Junyent el que asumió el peso del ataque con sus compañeros realizando un buena defensa y un mejor trabajo en el rebote, faceta en la que hicieron sufrir a los de Pablo Laso, y el catalán consiguió ocho de los 19 tantos de su equipo, que se acercó en el luminoso (32-40).

El salvador no apareció tras el descanso, al principio estuvo muy bien Stephane Lasme, con siete puntos consecutivos —incluido un triple— con los que el equipo llegó a acercarse a solo seis puntos (36-42, min. 24).

No obstante, quedaba claro que el ataque de los de Moncho Fernández no funcionaba y si el marcador se ajustaba era por deméritos de su rival que, sin embargo, pronto encontró la manera de anotar con un Ante Tomic muy enchufado y se marcharon al siguiente intervalo con la mayor renta del encuentro (44-60).

Llegó el último periodo y la relajación del Real Madrid unida a las ganas del Obradoiro metieron a los de casa en el partido con otro veterano haciendo un gran papel, pues el capitán, Javier el 'Tuky' Bulfoni, logró ocho puntos en siete minutos y colocó a su equipo a solo seis de distancia (65-71, min. 37).

Singler no se puso nervioso y sentenció primero con una canasta, después con un triple y luego con otro tiro de dos (67-78, min. 39) que fueron definitivos ya que el Blusens Monbus se precipitó en dos decisiones a continuación viendo que no había tiempo y dos contraataques mortíferos acabaron con el encuentro (69-83).